Green Floyd: Roger Waters y la gran estafa verde contra Chevron

Una estrella de rock, un asesor de Andrew Cuomo, periodistas y funcionarios del gobierno ecuatoriano tenían participaciones en la extorsión a la compañía petrolera. Casi funcionó.

National Review - Kevin D. Williamson 01/11/2018

Foto: National Review

El lento desmoronamiento del caso en contra Chevron ha sido revelador, como mínimo, para la visión que ofrece de la forma en que el dinero se mueve a través del mundo de los activistas progresivos.

Los antecedentes: Chevron fue acusado de infligir un terrible sufrimiento al pueblo de Ecuador a través de la mala gestión de sus operaciones de perforación, contaminando las aguas subterráneas y exponiendo a miles de personas, en su mayoría comunidades indígenas en las cercanías, a una mezcla de lodos tóxicos. El problema más evidente con el caso fue que Chevron nunca exploró pozos petroleros en Ecuador; adquirió Texaco, que lo había hecho años antes, en asociación con la compañía petrolera estatal ecuatoriana. Al término de sus operaciones, Texaco recibió una certificación formal del gobierno de Ecuador de que había limpiado los lugares de sus operaciones (a un costo de alrededor de $40 millones) y de que era liberada de responsabilidad posterior por las operaciones, que fueron continuadas por la compañía estatal petrolera. Como muchas compañías petroleras estatales, la de Ecuador ha sido a veces menos escrupulosa en su observancia de los estándares ambientales. Sus operaciones son probablemente el origen de la contaminación en Ecuador.

Pero el abogado estadounidense Steven Donziger, un antiguo compañero de baloncesto de Barack Obama, logró obtener una sentencia de $9.500 millones contra Chevron en una corte ecuatoriana. Chevron se quejó de que esta sentencia fue producto de corrupción, que Donziger y compañía falsificaron evidencia, pagaron a expertos supuestamente neutrales, sobornaron a jueces y más. Chevron llevó estas denuncias a una corte en Estados Unidos y ganó.

De hecho, ganó más de lo esperado: En el 2014, Chevron ganó un veredicto de extorsión contra Donziger bajo el estatuto RICO, donde el juez llegó a la conclusión de que el caso había sido, en esencia, un gran acto de extorsión ejecutado a través de sobornos, lavado de dinero y coerción. El juez de Distrito de EE. UU., Lewis Kaplan, en su opinión expresa que está atónito, describiendo las fechorías de los demandantes que

incluyen cosas que normalmente solo aparecen en Hollywood - correos electrónicos codificados entre Donziger y sus colegas describiendo sus interacciones privadas y maquinaciones dirigidas a jueces y a un experto designado por la corte, sus pagos a un experto supuestamente neutral desde una cuenta secreta, un abogado que invitó a un equipo de filmación a innumerables reuniones estratégicas privadas e incluso a reuniones de una parte interesada con jueces, un juez ecuatoriano que afirma haber escrito la multimillonaria sentencia pero que era tan inexperto y nada familiarizado con los casos civiles que hizo que alguien diferente (un exmagistrado que había sido removido del cargo) redactara algunas decisiones civiles para él, una  mecanógrafa de 18 años que supuestamente hizo investigación en Internet de leyes estadounidenses, inglesas y francesas para el mismo juez, quien solo hablaba español, y mucho más.

Tras una larga exploración de sobornos, lavado de dinero, corrupción y otros, el juez Kaplan concluyó: "La decisión en el caso de Lago Agrio fue obtenida por medios corruptos. Los acusados aquí no podrán beneficiarse de ello en modo alguno. La orden emitida hoy les impide hacerlo".

Chevron ganó, y a Donziger y a sus aliados se les ordenó entregar a Chevron cualquier dinero u otros bienes que hubieran recibido o reciban en el futuro proveniente de sus actividades corruptas.

Posteriormente, a Donziger se  se le suspendió su licencia de abogado.

En agosto de este año, la Corte de Apelaciones para el Segundo Circuito confirmó la sentencia del juez Kaplan, y Chevron también ganó su caso en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, que el mes pasado dictaminó que la sentencia en contra de Chevron " fue obtenida a través de fraude, sobornos y corrupción y se fundamentó en reclamos que la República del Ecuador ya había transado años antes".

Y, sin embargo, la campaña en contra de Chevron continúa.

¿Por qué?

Una explicación parcial puede ser encontrada en una moción recién revelada del caso, que anteriormente había sido liberada bajo una forma altamente expurgada. En ella, los abogados de Chevron describen cómo Donziger utilizó pagos en efectivo y otorgó participación en el caso para alimentar el frente de relaciones públicas en su campaña de extorsión en contra de Chevron.

Tenga en cuenta que este es el punto de vista de Chevron del caso, no el de la corte, pero vale la pena citarlo extensamente no por su análisis, sino por sus afirmaciones de los hechos:

Donziger también pagó a un puñado de activistas y periodistas para producir cobertura virulenta en medios de comunicación contra Chevron. A Rex Weyler, un activista de Greenpeace que escribió un blog titulado "El caso de Chernobyl en la Amazonia de Chevron se traslada a Canadá", se le pagaron más de $15.000. El activista indígena canadiense Phil Fontaine, quien afirmó en una declaración a los medios de comunicación que Chevron "debe rendir cuentas" por el daño ambiental "devastador y chocante", recibió una participación en la sentencia ecuatoriana. Donziger también planeó dar participación en la sentencia ecuatoriana al activista indígena canadiense Ed John.

La prominente activista venezolana-estadounidense Eva Golinger, quien participó en la campaña “la mano sucia de Chevron”, orquestada por Ecuador y los demandantes, recibió un 0.125% de participación en la sentencia ecuatoriana.

Otro colaborador prominente de la campaña de Donziger en medios de comunicación fue Roger Waters, de Pink Floyd, que tuvo una participación no revelada en la sentencia ecuatoriana.

Donziger también pagó miles de dólares a Kevin Koenig, un estratega sénior de Amazon Watch, quien asistió a la reunión de accionistas de Chevron y contribuyó a la cobertura hostil de medios de comunicación que la rodeó.

Donziger presupuestó $1.500 por mes — más tarde la cantidad subió a $2.500 — para relaciones públicas, incluyendo $500 por mes para la reportera de Reuters Cristina Muñoz.

Karen Hinton, vocera por un largo tiempo del equipo de Donziger y "una pieza importante en la campaña de presión" recibió un 0.125% de participación en la sentencia ecuatoriana el 11 de enero de 2017. Hinton emite periódicamente comunicados de prensa bajo su nombre que Donziger ha escrito o editado en gran medida.

Los comunicados de prensa emitidos por el equipo de Donziger también han citado a Patricio Salazar y a Aaron Page, ambos han recibido recientemente participación en la sentencia ecuatoriana. (Salazar y Page tienen cada uno un 0.25% de interés en la sentencia). A Page, quien también participó en la preparación de comunicados de prensa y de acuerdos de inversión, también se le pagaron casi $100.000 en efectivo (a él o a su firma, Forum Nobis) de las cuentas de Donziger con base en facturas sin detalles, incluyendo $50.000 que recibió como soborno después de transferir el saldo de la cuenta CWP a Donziger.

Donziger promociona estos falsos comunicados de prensa — tan "neutrales" como el experto Richard Cabrera, a quien compró y pagó — a inversionistas como prueba de que "Chevron ha empezado a sentir serias presiones". ("Steven enviaba frecuentemente sus comunicados de prensa a inversionistas y a potenciales inversionistas, y me hizo hacer lo mismo").

Una "pieza clave" de la actual "estrategia fuera de la corte" de Donziger es una conferencia de Derechos Indígenas en Alberta, Canadá, organizada por la profesora de la Universidad de Calgary, Kathleen Mahoney (la esposa de Phil Fontaine, quien posee una participación del 0.175% en la sentencia), que se celebrará en noviembre de 2018. Mahoney escribió a Donziger que ella creía que podía organizar una conferencia que iba a "colocar grandes presiones sobre Chevron para que negociara", pero que necesitaría "financiamiento significativo para sacarla adelante".

Donziger acordó que la conferencia "colocaría una enorme presión sobre Chevron para que negociara si se ejecutaba bien" y consiguió financiamiento para la conferencia.

Donziger autorizó el pago de un depósito de $50.000 y presupuestó $200.000 para la conferencia, al mismo tiempo que el abogado canadiense declaraba ante la corte que sus clientes carecían de fondos para los gastos judiciales.

Karen Hinton, que fue anteriormente mencionada, es una exayudante de Andrew Cuomo y del Comité Nacional Demócrata, y más tarde pasó a trabajar como secretaria de prensa del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. Escribió artículos sobre la controversia para Huffington Post y Politico.

Un artículo muy interesante en el Miami Herald describió cómo el reportaje de Vanity Fair sobre el caso era adulterado —incluso Donziger pidió disculpas al colaborador William Langewiesche por ser "un poco agresivo en la edición". Langewiesche niega cualquier negligencia periodística.

Con respecto al presupuesto de fondos para Muñoz, un portavoz de Reuters escribió: "Esto ha llamado nuestra atención y vamos a investigar más a fondo".

Chevron quiere que la corte dictaminé que Donziger está en desacato porque "dolosamente y repetidamente ha violado el mandato judicial RICO, monetizando y lucrándose con la fraudulenta sentencia ecuatoriana al vender, asignar, prometer, transferir y gravar participación en ella". La corte está considerando sus reclamaciones.

Roger Waters, el músico de rock, ha denunciado a Chevron por su "codicia", quejándose de que es "preocupantemente aparente que los ricos y poderosos están aún muy apegados a cuidar de sus reinos sin importar los otros". Bueno. Los documentos presentados ante la corte demuestran que "George R. Waters" tiene dos diferentes participaciones de capital en el caso, una de 0.076 por ciento y otra de 0.025 por ciento, mediante "Fenwick", presuntamente la compañía de Mark Fenwick, el gerente de Roger y heredero de la cadena de tiendas por departamento Fenwick en Reino Unido. Eso equivaldría aproximadamente a $9.6 millones de una sentencia de $9.500 millones. Se pueden construir muchos reinos con eso. (No he podido ponerme en contacto con Waters o con Fenwick para que aporten sus comentarios. Es extremadamente difícil hacer que las estrellas de rock contesten el teléfono). Si obtener unos cuantos millones de dólares a través de la inversión en extorsión y soborno no es codicia, entonces ¿qué lo es?

Como dice un refrán de Eric Hoffer: "Toda gran causa comienza como un movimiento, se convierte en un negocio, y eventualmente degenera en una extorsión". Pero este caso comenzó como una extorsión y luego se convirtió en un movimiento. Hay muchos ambientalistas de buena fe en el mundo. Esto no se trata de ellos. Pero eso no ha impedido a los activistas progresistas, ni a sus medios de comunicación aliados el fomentar este intento de extorsión multimillonaria — un intento en el que muchos de ellos tuvieron y tienen una participación financiera propia.

Corrección: Este artículo originalmente indicaba que George R. Waters tenía dos participaciones de capital en el caso, una de 0.76 por ciento y otra de 0.25 por ciento. Las cifras correctas son de 0.076 por ciento y 0.025 por ciento.

Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí
 

Fuente Original

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