Juicio Crudo 07/10/2022
Han pasado 9 años desde que Rafael Correa lanzó la campaña ‘la mano sucia’ contra Chevron para impulsar el fraudulento caso y que comenzó con una gran mentira. La piscina ubicada en el pozo Aguarico 4 tenía que haber sido remediada por Petroecuador y no por Texaco, según el Plan de Remediación firmado con el Estado de Ecuador en 1995.
Así comenzó una campaña fraudulenta que incluyó la película ‘El Juego Sucio’, ‘manifestantes’ pagados para protestar contra Chevron en Estados Unidos, y hasta la creación del ‘Día Anti-Chevron’ a manos del excanciller Ricardo Patiño.
En 2013 se reveló que las autoridades ecuatorianas pagaban a celebridades como Mia Farrow o Danny Glover, y a activistas para viajar a Ecuador y participar en dicha campaña contra Chevron. En 2016 se conoció que Correa le pagó cerca de $ 6.4 millones a la firma de relaciones públicas MCSquared, propiedad de una amiga personal, para adelantar la campaña contra Chevron pero que resultó decepcionante para él.
Pero la fraudulenta campaña no paró ahí. La SENAIN organizó la operación contra Chevron denominada ‘Goliat’, donde gastó $5.8 millones de dólares. Xavier Villacís reveló en 2018 que la estrategia del correísmo contra la imagen de Chevron conllevó un gasto aproximado de $ 80 millones, de los cuales, casi en su totalidad fue a parar a contratos falsos, chuecos.
La ‘mano sucia’ de Correa contra Chevron le está pasando factura a Ecuador. En 2018, un tribunal de Arbitraje de La Haya dictó un laudo a favor de Chevron. Resolvió que la República del Ecuador violó sus obligaciones bajo tratados internacionales y el derecho internacional; y concluyó que la sentencia de Lago Agrio contra Chevron fue obtenida a través de fraude y sobornos.
El tribunal está analizando los daños por los cuales Ecuador deberá indemnizar a Chevron en la última fase del arbitraje.
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