Reuters 31/10/2013
Un abogado de Nueva York ha explicado este jueves que se salió del equipo de letrados que preparaba el proceso en Ecuador contra la petrolera Chevron por motivos "éticos", después de comprobar que el informe solicitado por un tribunal ecuatoriano fue redactado, al menos parcialmente, por una consultora vinculada a la acusación.
Una corte estadounidense analiza ahora si el abogado Steven Donziger cometió fraude para lograr un fallo histórico que condenó a Chevron a pagar 19.000 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros) por contaminación de la selva ecuatoriana. La petrolera denunció al abogado para impedir la ejecución de esta orden alegando que la sentencia es fruto de un proceso irregular.
Jeffrey Shinder, socio de la firma de abogados Constantine Cannon, ha explicado este jueves ante el tribunal que Donzinger se puso en contacto con él a finales de 2009 para que le ayudase a garantizar que finalmente la compañía norteamericana cumplía con las posibles indemnizaciones que dictase la Justicia ecuatoriana.
Shinder ha relatado que se desmarcó del caso después de enterarse de que un informe solicitado por un tribunal del país sudamericano a un experto independiente había sido redactado en realidad por una consultora vinculada a la acusación. "No quería ser parte de esto", ha explicado el testigo.
Tanto Shinder como Chevron sospechan de los informes redactados por Richard Stalin Cabrera Vega, un experto designado por el tribunal que en abril de 2008 recomendó una indemnización de 16.300 millones de dólares (12.000 millones de euros) y, en noviembre de ese mismo año, elevó dicha cantidad a 27.000 millones (casi 20.000 millones de euros al cambio actual).
La petrolera sostiene que tras el nombre de Richard Stalin Cabrera Vega se esconde la firma Stratus Consulting Inc. Shinder planteó sus dudas a Donziger pero el principal abogado del caso lo negó y dijo: "Tienes que entenderlo, las cosas son diferentes en Ecuador".
Shinder, cuya firma accedió en marzo de 2010 a colaborar con el litigio, ha explicado que miembros de Stratus llegaron a reconocerle que habían escrito parte del informe de Cabrera. Durante una reunión con el cofundador de la consultora, Douglas Beltman, "la verdad salió a la luz", ha subrayado.
Fue a raíz de esta conversación cuando, tras hablarlo con otros compañeros de su bufete, decidió renunciar al caso por motivos "éticos". "Me molestó y me sigue molestando el hecho de que nunca sabremos si hubo caso contra Chevron", ha añadido.
El juicio, que cumple su tercera semana, es un nuevo capítulo en un conflicto de dos décadas entre Chevron y los habitantes de la región Lago Agrio de Ecuador. Esta población denuncia que Texaco, comprada por Chevron en 2001, contaminó la zona desde 1964 a 1992.
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