The Wall Street Journal 04/03/2014
Existen bastantes candidatos para ese título, pero después del martes pasado el premio pertenece al abogado Steven Donziger. El juez federal Lewis Kaplan dictaminó que el ambientalista estuvo involucrado en un masivo plan de chantaje y crimen organizado; además el magistrado concluyó que la sentencia por 9.500 millones de dólares contra Chevron, emitida por un juzgado ecuatoriano, es inejecutable en Estados Unidos.
Como nuestros lectores saben, en el año 1993 el señor Donziger demandó a Texaco (actualmente fusionada con Chevron) por, según él, no limpiar las piscinas perforadas en Lago Agrio en la década de los años 70 junto a la petrolera estatal, Petroecuador. Chevron tenía pruebas firmadas de que había limpiado la parte que le correspondía en aquellas piscinas y que había sido absuelto de cualquier otro reclamo, sin embargo el señor Donziger detectó el potencial económico que tendría un “desastre” ambiental empaquetado para los medios, y demandó a la compañía por 113.000 millones de dólares. Sumó a la lista de denunciantes a toda clase de celebridades, incluyendo la actriz Daryl Hannah.
Donziger ganó en Ecuador, pero sólo gracias a lo que según el juez Kaplan fueron acciones "deshonestas y corruptas" incluyendo soborno, coerción e involucrando a una firma de consultores estadounidenses para que redactara clandestinamente el informe de un experto independiente. En una sentencia de 485 páginas, el magistrado estadounidense calificó el caso como "extraordinario," caracterizando las acciones del señor Donziger y las de su equipo legal, como “ofensivas a las leyes de cualquier nación que aspire al Estado de Derecho, incluyendo a Ecuador”. EL plan corrupto de extorsión tenía el objetivo de "inculcar el miedo de un resultado catastrófico con el propósito de aumentar la cantidad de dinero que
Chevron debería pagar para evitar lo peor", escribió el juez Kaplan.
Chevron desestimó totalmente darse por vencido y ahora el caso puede servir como un ejemplo de cómo las empresas pueden defenderse si tienen la actitud y el dinero. El señor Donziger ha dicho que apelará, pero en el expediente de hechos, permanece desacreditado. Otra víctima es la firma de abogados Patton Boggs, con sede en Washington que se involucró en el caso representando los intereses y esfuerzos de Burford Capital de proveer recursos financieros a los demandantes ecuatorianos. La sentencia del martes significa que dicha empresa no obtendrá ningún botín, lo cual no le pudo suceder a un grupo más agradable.
El señor Donziger es un pionero de los atropellos ambientales a la hora de aprovecharse de los jurados del Tercer Mundo para atacar y extorsionar a las empresas estadounidenses, sin mérito alguno. Estamos contentos de ver a su deshonestidad enfrentarse a la justicia estadounidense.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí.
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