Infobae 14/06/2014
Según una investigación de la revista de negocios Bloomberg Businessweek, un dirigente oficialista pagó hasta 85 dólares por montar una protesta en Texas.
Lo que se presentó como una manifestación espontánea contra los supuestos abusos de Chevron, durante la realización de la reunión anual de accionistas de la petrolera, habría sido una farsa montada desde Quito. El escenario fue el Permian Basin Petroleum Museum, en Midland, Texas.
El Estado ecuatoriano se encuentra desde hace varios años en una dura disputa legal con Chevron, a quien hace responsable de los daños ambientales provocados por Texaco, una subsidiaria, durante su explotación en el país. La compañía estadounidense rechaza las acusaciones esgrimiendo que no tenía vínculos comerciales con Texaco en el período que duró su presencia en Ecuador.
Desde que asumió la presidencia, Rafael Correa asumió la conducción de la batalla judicial y la llevó al terreno político. Cada vez que puede, aprovecha los foros internacionales para arremeter contra la empresa. La cumbre del pasado miércoles era un evento que no se podía desaprovechar.
En un artículo de Paul M. Barrett, Bloomberg Businessweek denunció que el encargado de montar la protesta fue Humberto Piaguaje, líder indígena cercano al gobierno y referente del reclamo. El punto débil del plan era que, como a los ciudadanos de Texas poco les importaba el pleito entre Ecuador y Chevron, no había gente suficiente para protestar.
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