Real Clear Markets 04/02/2015
"Si uno repite una mentira mil veces, ésta se convierte en verdad". Este es el slogan que Steven Donziger, el abogado estadounidense que está detrás del fraudulento caso contra Chevron en Ecuador, alguna vez enfatizó en una conversación con un miembro de su equipo. En marzo una corte de los EE. UU. determinó que el abogado había violado las leyes federales anti-mafia, al haber incurrido en fraude postal y de transferencias de dinero, lavado de dinero, soborno a testigos y obstrucción de la justicia.
Pese a que la corte estadounidense determinó que el juicio en Ecuador en contra de Chevron, en el que se demanda a la compañía por $9.500 millones de dólares, es producto de fraude, soborno y extorsión, Donziger y su equipo continúan distorsionando el caso y esperan que sus mentiras se conviertan en verdad.
Lamentablemente para el Sr. Donziger, sus colegas y defensores, la verdad en este caso ha sido comprobada y es absolutamente incuestionable.
A continuación presento cinco verdades irrefutables sobre el caso:
1. Las imputaciones contra Chevron no están sustentadas en evidencia científica. Los propios expertos científicos de Donziger han admitido bajo juramento que no existió evidencia científica para sustentar su demanda contra Chevron. Un antiguo experto testificó que cuando los resultados de sus pruebas no mostraron evidencias de contaminación ambiental, Donziger y su equipo elaboraron informes falsos y además falsificaron su firma. Otro experto admitió ante la corte que Donziger había exigido una estimación de daños extremadamente exagerada en su intento por presionar a Chevron para llegar a un acuerdo.
2. La remediación que realizó Texaco estuvo certificada por el gobierno de Ecuador. En 1995, Texaco Petroleum Company (adquirida por Chevron en el 2001), el Gobierno de Ecuador y la compañía petrolera estatal Petroecuador, acordaron que Texaco Petroleum remediaría la parte correspondiente a su participación de los sitios de producción antes de salir del país. La compañía emprendió un programa de remediación que tomó tres años a un costo de 40 millones de dólares, que fue supervisado por Woodward Clyde, un contratista ambiental internacional respetado y además fue auditado por el Gobierno del Ecuador. Luego de que la remediación fuera certificada por el Gobierno como completa, Texaco Petroleum dejó el país con una liberación total por cualquier responsabilidad ambiental posterior. Sin embargo, en los últimos 20 años, Petroecuador ha continuado operando en muchos de los sitios y ha duplicado las operaciones en la antigua área de concesión con un historial ambiental deplorable. Cualquier problema ambiental remanente es de exclusiva responsabilidad de Petroecuador.
3. El juicio en Ecuador es producto de un fraude. En vista de que no existe evidencia científica que sustente sus reclamaciones, Donziger y su equipo han recurrido al fraude. Dicho fraude incluye sobornos y amenazas a jueces, fabricación de evidencia; soborno de personas asignadas por la Corte: uso de cuentas secretas; la redacción a nombre de otros, de informes para la Corte; la redacción, a nombre de otros, de la sentencia del juicio; así como la dirección de una campaña de presión pública contra Chevron. En 2011, una corte ecuatoriana emitió un fallo por $19 mil millones contra Chevron. Sin embargo, la evidencia ha probado que el fallo judicial fue redactado por el equipo de Donziger a nombre de la corte, a cambio del pago de un soborno de 500,000 dólares, que fueron ofrecidos al juez que presidía el caso. Un exjuez ecuatoriano que ayudó descubrir el soborno, se presentó para testificar sobre el esquema de fraude. Además, partes del texto del trabajo realizado internamente por el equipo de Donziger fueron copiadas y pegadas directamente en el dictamen judicial – hasta con los mismos errores tipográficos. En base a toda esta evidencia, una corte federal de los EE. UU. declaró que "las acciones arbitrarias de Donziger y de su equipo legal ecuatoriano serían ofensivas a las leyes de cualquier nación que aspire a un Estado de Derecho, incluyendo al Ecuador - y que ellos lo sabían".
4. La evidencia es irrefutable. Durante el juicio federal que tomó siete semanas y fue juzgado bajo la la ley anti-mafia en contra de Donziger y sus colegas, éste no pudo refutar la evidencia de sus fraudulentas acciones. Mientras que él y su equipo desde entonces se han dedicado a producir un torrente de comunicados de prensa y publicaciones en blogs, en un intento por racionalizar y explicar su mala conducta, los hechos de su confabulación son ahora conocidos. Hasta la fecha Donziger y su equipo no han aclarado, y no pueden aclarar su conducta, incluso en las presentaciones ante la Corte para sustentar su apelación.
5. La campaña contra Chevron ha sido maquinada y está siendo pagada. Diversos grupos de activistas y otros defensores aseveran que existe una corriente de apoyo público a favor de Donziger y en contra de Chevron. Hacen referencia a las protestas contra la compañía y a los sitios en redes sociales que se oponen a la compañía. Sin embargo, Businessweek recientemente reveló que los "manifestantes" eran de hecho actores pagados, reclutados por una agencia de casting. También se reveló que los sitios en redes sociales que se dedican a luchar contra Chevron, están financiados por el Gobierno ecuatoriano e incluyen diversas cuentas falsas de Twitter.
Steven Donziger y sus defensores han seguido, y seguirán, con su patrón de repetir mentiras con las que esperan evadir la verdad; sin embargo, los hechos son claros: su caso contra Chevron en Ecuador es un fraude y ni mil, ni diez mil mentiras, lograrán cambiar este hecho.
Stephen W. Green es vicepresidente de Política, Gobierno y Asuntos Públicos de Chevron Corporation.
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