Financial Post 13/10/2015
Una carta al editor escrita recientemente por Steven Donziger, chantajista reconocido y el abogado detrás de la demanda fraudulenta contra Chevron Corporation en Ecuador, contiene información falsa e imprecisiones. Esto no debería sorprender a sus lectores, ya que Donziger nunca ha dicho la verdad sobre este caso.
Los hechos son sencillos: en 2003, Donziger entabló una demanda contra Chevron en Ecuador alegando que la empresa era responsable de contaminación ambiental en la selva amazónica ecuatoriana. Como no pudo presentar prueba científica alguna para fundamentar sus afirmaciones, Dozinger recurrió al fraude: coludiendo con los jueces y los funcionarios de los tribunales, fabricando evidencia e incluso sobornando con $500.000 a un juez para redactar de manera clandestina el fallo contra Chevron Corporation. Donziger no ha refutado las pruebas que existen contra él.
La demanda fraudulenta también es apoyada por el gobierno de Ecuador, que ha pagado a celebridades y grupos de activistas para apoyar y promover la desinformación sobre el caso. Además, en reiteradas ocasiones, Ecuador ha utilizado imágenes de derrames de petróleo causados por la empresa petrolera estatal, Petroecuador, alegando que esto se le debe atribuir a Chevron. Su objetivo es engañar al público desviando la atención del desastroso historial ambiental de Petroecuador, y distraer a la gente del hecho que Petroecuador ha sido el único operador en el área durante los últimos 25 años.
El año pasado, en un fallo de 500 páginas, una corte federal de los EE.UU. concluyó que Donziger y sus socios violaron las leyes federales contra el crimen organizado, al cometer soborno, manipulación de testigos, lavado de dinero, obstrucción de justicia y fraude en transferencias de dinero para conseguir la sentencia ecuatoriana contra Chevron. La corte dictaminó que la sentencia ecuatoriana era producto del fraude y que no era ejecutable en los Estados Unidos, argumentando que las acciones de Donziger “ofensivas para las leyes de cualquier país que aspire al Estado de Derecho, incluso para Ecuador”.
Como resumió la corte federal de Estados Unidos en su decisión, “No se hace justicia imponiendo injusticia”. Las acciones malintencionadas de Donziger y sus asociados sólo socavan las intenciones de quienes usan medios legítimos para promover el estado de derecho, los derechos humanos y la responsabilidad ambiental. Es una vergüenza, aunque no sorprende, que Donziger continúe cometiendo este fraude en todo el mundo.
Stephen W. Green, Vicepresidente, Relaciones públicas, gubernamentales y políticas, Chevron Corporation
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