Perspectiva Chevron

Pablo Fajardo y sus ilegalidades

El abogado tuvo un rol protagónico en la corrupción y fraude que plagaron el juicio contra Chevron en Ecuador.

Juicio Crudo 11/07/2018

Pablo Fajardo. Foto: Juicio Crudo

Pablo Fajardo. Foto: Juicio Crudo

En los últimos meses, el nombre del abogado Pablo Fajardo ha dado la vuelta al mundo - y no por buenas razones.

  • El 25 de mayo, 2018, la Corte Suprema de Gibraltar emitió una sentencia  contra  Fajardo, Luis Yanza, Ermel Chávez, el Frente de Defensa de la Amazonía y Servicios Fromboliere, por su participación en una conspiración para obtener y tratar de ejecutar la fraudulenta sentencia ecuatoriana  contra  Chevron. La Corte le otorgó a la compañía una indemnización de US $38 millones por daños e intereses, y emitió una orden judicial permanente que prohíbe a los acusados continuar con su esquema de extorsión.
  • El 23 de abril de 2018, la Corte Federal de Estados Unidos que en el 2014 había dictado la sentencia RICO contra el abogado americano Steven Donziger, dictó sentencia en contra de los principales co-conspiradores ecuatorianos -Fajardo, Luis Yanza y otros-, quienes pese a ser citados, no se presentaron para defenderse en el juicio por extorsión, corrupción y fraude que se realizó en Nueva York. La sentencia impide a los acusados demandar el reconocimiento y ejecución de la fraudulenta Sentencia ecuatoriana en Estados Unidos, así como de realizar acción alguna para monetizar o beneficiarse de dicha sentencia. Adicionalmente, la sentencia de la justicia de EE.UU. dispone que todo monto que sea obtenido por Fajardo y los demás co-conspiradores, en virtud de la fraudulenta sentencia ecuatoriana, directa o indirectamente, en cualquier parte del mundo, se revertirá a beneficio de Chevron.

Ilegalidades en el caso

Las ilegalidades perpetradas por Fajardo fueron ampliamente reveladas en el juicio de siete semanas ante la Corte Federal de Estados Unidos, que en su fallo del 4 de marzo del 2014 describe así el papel de Fajardo en el fraude:

  • Prometió en forma personal al juez ecuatoriano Nicolás Zambrano un soborno de US$ 500.000 a cambio de decidir el caso a favor de los Demandantes y firmar la sentencia que ellos habían elaborado (“Fajardo – con la aprobación de Donziger – aceptó pagarle a Zambrano US$500.000 del producido que se obtuviera con motivo de la Sentencia a cambio de que Zambrano fallara a favor de los DLA en el juicio de Lago Agrio y firmara un fallo provisto por los DLA.”) [pág. 258]
  • Entregó a exjuez Alberto Guerra sobres con dinero en efectivo como sobornos para que redactara clandestina y secretamente providencias judiciales a favor de los Demandantes para ser firmadas por Zambrano. (“Según Guerra, el equipo de los DLA le pagaba a Guerra directamente por la redacción fantasma, ya sea en efectivo o mediante depósitos en su cuenta bancaria. Fajardo en ocasiones le pagó en efectivo en la calle, en Quito”) [pág. 187]
  • Sobornó al perito supuestamente imparcial designado por la corte, Richard Cabrera, mediante transferencias bancarias desde una “cuenta secreta” a la cuenta bancaria del perito [pág. 79, nota 397] para que adoptara como suyo el peritaje redactado por el equipo de los Demandantes (“Existe redacción fantasma previa por parte de los DLA del Informe Cabrera y la presentación de un informe supuestamente redactado por Calmbacher pero escrito en realidad por los DLA”) [pág. 176];
  • Participó en el fraude del peritaje en virtud del cual Cabrera presentó a la corte como suyo el informe pericial preparado subrepticia e ilegalmente por el equipo de los demandantes (En una reunión entre el equipo de los Demandantes y Cabrera, Fajardo explicó: “La carga no va a ser del perito. La carga la llevamos entre todos” [pág. 69]. Otro miembro del equipo testificó que en dicha reunión “los Sres. Fajardo, Yanza y Donziger dejaron a un lado la apariencia de que el Sr. Cabrera actuaría de forma independiente”) [pág. 69];
  • Participó en la cadena de emails en las que otro de los abogados de los Demandantes, temiendo que fueran revelados públicamente los correos electrónicos internos del equipo, escribió: “los efectos son potencialmente devastadores en Ecuador (aparte de destruir el juicio, podemos ir todos tus abogados a la cárcel)” [pág. 116] (el Tribunal RICO encontró que este correo electrónico era “uno de esos rayos cegadores de franqueza que pueden ocurrir incluso en las nubes de la mentira” [pág. 116]).