Ecuador en las Noticias
Fernando Alvarado, un gamberro con pinta de ministro
El lunes 23 de enero Fernando Alvarado dejó en evidencia qué clase de persona y funcionario es. Ese día, cuando en el aeropuerto de Cuenca propinó una serie de golpes y bofetones a Pablo Orellana Reino dejó en claro que, aunque lleve a cuestas el título de Ministro de Estado, no es otra cosa que un gamberro incapaz de asumir las responsabilidades éticas y públicas inherentes a su cargo.
El lunes 23 de enero Fernando Alvarado dejó en evidencia qué clase de persona y funcionario es. Ese día, cuando en el aeropuerto de Cuenca propinó una serie de golpes y bofetones a Pablo Orellana Reino dejó en claro que, aunque lleve a cuestas el título de Ministro de Estado, no es otra cosa que un gamberro incapaz de asumir las responsabilidades éticas y públicas inherentes a su cargo.
Ese día, cuando esperó a Orellana en la zona de arribos nacionales del aeropuerto cuencano para caerle a golpes, Alvarado resumió lo que ha sido su paso por la política ecuatoriana: acosador, alevoso, provocador y abusivo. Tal como ha sido durante su participación en la pervertida política de comunicación del correísmo y en el ensamblaje del estado de propaganda que gobierna al Ecuador.
La historia del incidente en Cuenca, relatada y grabada en un audio por Orellana y registrada en una denuncia escrita que presentó el martes 31 de enero en la Fiscalía de Cuenca, comenzó muy temprano cuando Alvarado y Orellana coincidieron al momento de abordar un vuelo de TAME que los llevaría de Quito a Cuenca.
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