Caso Chevron

El ‘Día Anti-Chevron’, un fracaso del correísmo

Inició en 2014 como parte de la campaña de ‘la mano sucia’ de Rafael Correa. 10 años después, pasa desapercibido.

Juicio Crudo 15/05/2024

Inició en 2014 como parte de la campaña de ‘la mano sucia’ de Rafael Correa. 10 años después, pasa desapercibido.

Inició en 2014 como parte de la campaña de ‘la mano sucia’ de Rafael Correa. 10 años después, pasa desapercibido.

Ha pasado una década, y apenas se escucha un eco de la farsa. El 21 de mayo de 2014, el entonces canciller correísta, Ricardo Patiño, actualmente prófugo en México, condujo una rueda de prensa en Quito. Ante periodistas nacionales y extranjeros, anunció con algarabía la creación del denominado ‘Día Anti-Chevron”.

Al inicio, este evento fue parte de la campaña de ‘la mano sucia’ del expresidente, Rafael Correa, contra Chevron, que había empezado nueve meses antes, el 17 de septiembre de 2013. No conforme con las celebridades pagadas, los falsos manifestantes, libros, películas, MCSquared, etcétera, al correísmo se le ocurrió fabricar ‘El Día Anti-Chevron’ como parte de sus acciones de difamación para apoyar al fraude contra la empresa.

El 21 de mayo de 2014, las embajadas ecuatorianas organizaron varios eventos contra Chevron en diversos países. En las sedes diplomáticas se presentaron películas, exposiciones, foros y otros eventos como parte de la cruzada contra Chevron.

Pese a la bulla y a los millones de dólares gastados en la fraudulenta campaña mediática, el show anti-Chevron agoniza. Llegaron las decisiones de las cortes internacionales revelando el fraude perpetrado contra Chevron en Ecuador y la destitución de Pablo Fajardo y Steven Donziger, principales abogados detrás del fraude, por parte de las propias comunidades amazónicas.

Hoy, el ‘Día Anti-Chevron’ pasa desapercibido. Han pasado tres gobiernos con otras prioridades. Los diplomáticos del país ya no participan. Los únicos que intentan revivirlo desesperadamente son un reducido grupo de “activistas” y abogados corruptos que siguen alucinados con la fantasía de recibir algo de su fracasado intento de extorsión judicial.