El País 19/06/2018
Seguidores de Rafael Correa durante una protesta en Quito. Foto: El País
Tras seis años guardando polvo, el caso por el secuestro del exasambleísta Fernando Balda ha dado tal acelerón en los últimos seis meses que ha alcanzado al expresidente Rafael Correa.
El exmandatario, que gobernó durante la última década, quedó oficialmente imputado este lunes en un asunto que ha sido calificado por el fiscal general, Paúl Pérez, como un “crimen de Estado” ya que fue ejecutado por funcionarios y con dinero públicos.
La jueza de la Corte Nacional de Justicia, Daniela Camacho, ha aceptado la petición fiscal de procesar a Correa por secuestro y asociación ilícita y le ordena comparecer ante las dependencias judiciales de Quito cada 15 días a partir del 2 de julio, pese a que el exgobernante vive en Bélgica desde hace un año.
La tesis de la Fiscalía, sostenida con testimonios y documentos, es que Correa estuvo en la cúspide de una cadena de mando que ordenó secuestrar en Bogotá al exasambleísta Fernando Balda, quien había sido condenado en Ecuador por calumnias contra el expresidente Correa y que estaba prófugo en Colombia.
La Fiscalía sostiene que Correa estuvo en la cúspide de una cadena que ordenó secuestrar en Bogotá al exasambleísta Fernando Balda
Dos de los tres policías detenidos por su implicación en el rapto están cooperando con las autoridades y han entregado audios y papeles que conducen hacia la Presidencia de Ecuador que, en 2012, estaba ocupada por Correa. Además, hay dos cheques, por 10.000 y 11.280 dólares, a cargo de la Dirección General de Inteligencia de la Policía, que se emitieron para pagar a uno de los agentes que debía encargarse de buscar a quienes ejecutaran el secuestro en Colombia.
Leer más aquí
Fuente OriginalNotas relacionadas