DIE WELT POLITIK 10/03/2015
Fuente: La Digital Radio Venezuela
El presidente ecuatoriano reprocha el imperialismo alemán en su cadena nacional televisiva. Motivo: Una delegación del parlamento alemán había intentado dialogar con ambientalistas de su país.
El populista izquierdista, Rafael Correa, es conocido por sus rabietas.
Rafael Correa ha buscado terreno seguro para su enfrentamiento con la política alemana. En el “Enlace Ciudadano”, su programa semanal de radio y televisión transmitido desde el salón de prensa presidencial, los periodistas simpatizantes del gobierno festejan al jefe de estado socialista, quien se presenta como moderador por gran parte del programa.
La emisión del programa político de Correa se realiza a través de más de 50 canales nacionales, los cuales se encuentran bajo amenaza de clausura si se niegan a transmitirlo.
Disputa sobre proyecto petrolero en el parque nacional Yasuní
Usualmente, Correa se basa en su opinión personal, financiada con impuestos del estado, para eliminar a sus opositores políticos y con eso enseñarle a sus compatriotas cómo funciona el mundo. Como entrega número 402, se tomó nada más que la impopular política alemana. El motivo de la irritación del presidente es la actitud de autodeterminación de un grupo parlamentario alemán que desea reunirse con ambientalistas de la oposición en Ecuador, quienes protestan contra un proyecto petrolero multimillonario chino-ecuatoriano dentro del ecológicamente sensible parque nacional Yasuní.
El final de colonialismo alemán no ha llegado
Ecuador tiene soberanía y dignidad, exclamó Correa a sus oyentes y televidentes. En Ecuador no existe una virreina, como en los tiempos del colonialismo. Dicho sistema se erradicó hace tiempo atrás, aclaró Correa. Aunque en la política alemana existen una o dos cabezas razonables, el final del colonialismo y el imperialismo no ha llegado para algunos.
El enojo de Correa con Berlín y sus políticos tiene antecedentes controversiales. El exministro de desarrollo alemán, Dirk Niebel (FDP), negó su apoyo a Correa para un proyecto previo. Correa quería mantener el parque nacional Yasuní sin explotación de petróleo, siempre y cuando la comunidad internacional realizara un aporte monetario al fondo climático. De esta manera, se protegería el medioambiente, el ecológicamente valioso parque nacional Yasuní, y al mismo tiempo se mantendría intacto el hábitat de ciertas poblaciones indígenas.
Sin embargo, tanto ambientalistas locales como del resto del mundo, habían tenido sus dudas respecto a la honestidad del compromiso de Correa. A raíz de esto, Niebel decidió no realizar el depósito al fondo climático. En lugar de esto, Alemania decidió asignar sus millones a otros proyectos ambientales. La delegación del parlamento alemán quería informarse, precisamente, sobre este tema y organizar una conferencia informativa con los protectores del parque Yasuní. No obstante, la curiosidad de los políticos alemanes llegó demasiado lejos para el gusto de Correa. “Nosotros les devolvemos el dinero. Es más, les pagamos el doble y luego vemos si es que ustedes nos permiten controlarlos.” Respondió Correa con un claro desaire a la solicitud de información por parte de la delegación alemana.
Ambientalista prominente asesinado
La rabieta de Correa hubiera sido olvidada rápidamente, como tantos otros arranques de ira de políticos izquierdistas, si no fuera por los incidentes ocurridos recientemente, los cuales verdaderamente unen los intereses de la comunidad internacional al país sudamericano. Hace pocos días, fue encontrado asesinado un prominente ambientalista indígena en Ecuador. El cadáver de José Tedetza, quien fue reportado desaparecido por miembros de su familia a finales de noviembre, fue simplemente enterrado por las autoridades, a pesar de la obvia violencia involucrada.
Un vocero de la población indígena Shuar explicó que Tendetza había sido un fuerte opositor de un proyecto, operado por una empresa china, para construir en las montañas. “El gobierno ecuatoriano no le preguntó a nadie, simplemente le entregó nuestras tierras a Ecuacorriente”, comentó otro vocero Shuar a medios de comunicación latinoamericanos.
Además, Tedetza quería informar a la cumbre del medioambiente en Lima sobre el impacto del proyecto petrolero en el parque nacional Yasuní.
El rechazo, por defectos de procedimiento, de las de firmas recolectadas por ambientalistas indígenas para un referéndum sobre el proyecto petrolero dentro del parque nacional, demuestra lo difícil que se volvió el ambiente para un ecologista en Ecuador. Una caravana ambientalista, que viajaba a Lima hacia la cumbre de países de la región, fue recibida amablemente en diferentes sitios, pero enfrentó fuertes represalias en Ecuador.
El Julian Assange ecuatoriano
Otro hecho despertó recientemente el interés internacional. El informante ecuatoriano, Fernando Villavicencio, huyó del país sudamericano después de que mostró documentos públicos, los cuales comprobaban que Ecuador había estado negociando con inversionistas chinos multimillonarios sobre la explotación de petróleo en el parque nacional Yasuní desde hace mucho tiempo atrás, mientras Correa paseaba por todo el globo como presunto ambientalista. Según medios de comunicación independientes, los miembros de la familia Villavicencio se encuentran expuestos a represalias gubernamentales. La embajada ecuatoriana alega en un comunicado de prensa que “los documentos publicados llegaron a su posesión de manera ilícita”, por lo cual los documentos pueden ser defectuosos y falsificados.
Villavicencio es visto como un caso ecuatoriano de Julian Assange.
El fundador de Wikileaks y activista del Internet espera indefinidamente en la embajada ecuatoriana en Londres por temor de extradición a los Estados Unidos.
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