Juicio Crudo 20/10/2023
376,373 indígenas habitan en las seis provincias de El Oriente. Se desmienten las falacias de sobre supuestos riegos de desaparición de las nacionalidades indígenas
La población indígena en la Amazonía ecuatoriana se ha más que duplicado en las últimas dos décadas. Creció a un ritmo mayor que la población nacional. Así, se desmienten las falacias de activistas y abogados corruptos sobre supuestos riegos de desaparición que enfrentan las nacionalidades indígenas.
Unos 376,373 indígenas habitan en las seis provincias amazónicas de Ecuador, comparado con 162,616 en 2001. Es un aumento de más de 131 % en 22 años, según el Censo Nacional 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Ecuador.
La desaparición de los tetetes y sansahuaris
Los datos derrumban la acusación de un falso genocidio indígena, que ha sido otra de las mentiras repetidas por los autores del fraude contra Chevron en Ecuador. Los abogados demandantes han llegado al extremo de manifestar que “los tetetes y sansahuaris se extinguieron por completo en los primeros años de operación de Texaco en la Amazonía”.
Estudios antropológicos, como el escrito por Robert Wasserstrom, Susan Reider y Rommel Lara, señalan que ya para los años 50 los tetetes casi habían desaparecido debido al boom cauchero y a la guerra con otros grupos indígenas. Esto es décadas antes de la explotación petrolera en el nororiente ecuatoriano.
Pero si las afirmaciones sobre los tetetes son disparatadas y distan de la realidad, las hechas sobre los sansahuaris caen en lo ridículo. Según los estudios, los sansahuaris jamás existieron. A estos extremos han llegado los abogados corruptos en su afán de enriquecerse a costa de la población ecuatoriana.
Los cofanes se han triplicado
Por su parte, la población de sionas, secoyas, cofanes, kichwas y waoranis ha aumentado desde que Texaco Petroleum Company (TexPet) inició sus operaciones en Ecuador. Por ejemplo, los estudios demográficos presentados por Eduardo Bedoya (doctor en Antropología de la Universidad de Nueva York) indican que los cofanes -lejos de “enfrentarse a la extinción”- al menos se han triplicado, pasando de unos 300 habitantes en 1960 a 1.044 en el censo oficial de 2001.
Los datos del último censo muestran un crecimiento continuo de la población indígena en todas las provincias desde el 2001.
Entre las seis provincias de la Amazonia ecuatoriana, la provincia petrolera de Orellana es donde más creció la población indígena en términos porcentuales, de 26.076 en 2001 hasta 67.858 el año pasado, un aumento de 160 %. Es seguida por Pastaza con un aumento de 149 % y Sucumbíos, otra provincia petrolera, con 144 % de aumento de 3,302 en 2001 a 32,403 en 2022.
INEC aún no provee las cifras de población por nacionalidad indígena del último censo.
Aquí el cuadro de datos de INEC mostrando el crecimiento de poblaciones indígenas en las provincias amazónicas de Sucumbíos, Orellana, Napo, Pastaza, Morona Santiago y Zamora Chinchipe:
|
Año |
2001 |
2010 |
2022 |
|
Orellana |
26.076 |
43.139 |
67.858 |
|
Napo |
43.547 |
58.882 |
85.528 |
|
Sucumbíos |
13.302 |
23.459 |
32.403 |
|
Pastaza |
22.837 |
33.343 |
56.887 |
|
Morona Santiago |
47.486 |
71.682 |
112.722 |
|
Zamora Chinchipe |
9.368 |
14.198 |
20.975 |
Estos datos demuestran que las comunidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana no solo están lejos de desaparecer, sino que siguen experimentando un notable y sostenido crecimiento demográfico.
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