Washington Examiner 22/04/2019
El corrupto régimen izquierdista de Ecuador y sus abogados timadores estadounidenses siguen perdiendo y siendo derrotados en un caso de larga data que prueba que existe algo llamado justicia internacional.
La última victoria del gigante energético Chevron contra las demandas fraudulentas de saqueo ambiental la otorgó el lunes la Corte Suprema de Holanda. La corte holandesa rechazó el intento de Ecuador de revocar una decisión anterior en su contra dictada por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Esto alineado con un reciente fallo de la Corte Suprema de Canadá que desestimó el caso de Ecuador en dicha jurisdicción. Esa decisión está alineada con fallos similares dictados años anteriores en todo el mundo después de que surgiera una gran cantidad de pruebas de que Ecuador, sus jueces y sus abogados estadounidenses habían conspirado ilegalmente para estafar a Chevron por hasta 27.000 millones de dólares.
Para los que no han seguido esta saga, esta es la versión corta: En 1992, la empresa estatal ecuatoriana Petroecuador se hizo cargo de los contratos de arrendamiento petrolero de Texaco. En 1998, el propio gobierno de Ecuador certificó que Texaco había realizado una remediación completa y satisfactoria de todos los riesgos ambientales en esos sitios. En 2001, Chevron adquirió Texaco. Poco después, un nuevo gobierno de izquierda y antiestadounidense apoyó una demanda contra Chevron por el supuesto daño que Texaco había provocado décadas antes, a pesar del visto bueno dado a Texaco.
Así, se le pedía a Chevron que pagara miles de millones de dólares por faltas que nunca había cometido, y de las que su nueva subsidiaria Texaco ya había sido liberada.
Y los detalles de los intentos de Ecuador y sus abogados estadounidenses por tender esta trampa son muchísimo peores de lo que describe ese simple resumen. Tales esfuerzos incluyen el soborno de jueces ecuatorianos, pruebas falsificadas, videos adulterados y mucho más.
A través de una incansable labor de los abogados, Chevron ha ganado todas las decisiones notables en estos casos en todas las cortes del mundo, excepto en el propio Ecuador. A su vez, Chevron presentó una contrademanda por costas judiciales, y las nuevas decisiones adoptadas en Canadá y Holanda deberían reforzar el caso de la compañía.
Como escribió el profesor de derecho Michael Krauss en la revista Forbes: “Los daños contemplados alcanzarían los cientos de millones, pero cualquier cantidad será un final apropiado para un sórdido capítulo en la historia judicial de Ecuador.”
He aquí una idea mejor para naciones necesitadas como Ecuador: En lugar de intentar robar a las empresas que traen grandes cantidades de dinero y generan trabajos en su país, ¿por qué no colocar una alfombra de bienvenida y garantizar, al comienzo, que todos los problemas medioambientales y legales se expliquen en un lenguaje claro y contractual?
Puede que las petroleras no sean santas. Sin embargo, en este caso, Chevron no es responsable y está dando un maravilloso ejemplo de cómo se debe defender la inocencia.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí
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