O Globo 02/08/2017
Carlos Pólit participó de la retirada de la constructora del país y después dio vuelta atrás
Hace exactamente un año, el ejecutivo de Odebrecht José Conceição dos Santos Filho era uno de los cerca de 15 empleados internacionales de la empresa que, silenciosamente, se preparaban para realizar denuncias. Director de la empresa en Ecuador desde 1994, Conceição ya había reunido evidencia documental para intentar comprobar que la compañía había ganado licitaciones y logrado adelantar pagos por medio de sobornos. Pero faltaban pruebas concretas para que el Ministerio Público Federal de Brasil (MPF) considerara irrecusable su propuesta de delación. Inspirado por el entonces reciente ejemplo del expresidente de Transpetro Sérgio Machado, Conceição se equipó con una grabadora y, en el mejor estilo Joesley Batista, produjo pruebas que prometen hacer temblar a la política ecuatoriana.
La denuncia de Conceição, aún confidencial y obtenida por GLOBO, muestra que una de las principales autoridades grabadas por él fue Carlos Pólit, el contralor general de Ecuador durante 10 años, y responsable por dirigir la investigación que llevó a la expulsión de Odebrecht del país, en 2008, por el expresidente Rafael Correa. Conceição reveló a los fiscales brasileños que Odebrecht compró la aprobación de Pólit, haciéndole revertir la decisión y emitir dictámenes que recomendaban que Ecuador volviese a aceptar a la constructora.
La firma de Pólit costó caro a la constructora. El hombre que debería luchar en contra de la corrupción fue directo.
“Él me informó que no estaba de acuerdo con las opiniones de la Contraloría contra la compañía. Revisaría sus dictámenes mientras se le realizaba un pago de US$ 6 millones”, dijo Conceição al MPF.
A partir de entonces, Pólit pasó a ser un empleado de lujo de la constructora que, sin tener vergüenza, exigía pagos para proporcionar dictámenes esenciales para que Odebrecht ganase licitaciones. Y no fueron pocas.
Solamente entre 2012, año en que la empresa volvió a Ecuador, y 2015, Pólit fue decisivo para que la constructora lograse edificar grandes obras de infraestructura, por ejemplo la Hidroeléctrica de Manduriacu, la Refinería del Pacífico, el Poliducto Pascuales, para transporte de gasolina y diésel, y el Proyecto Daule Vinces, de abastecimiento de agua.
“Se acordó que (...) habría pago de valores que serían estipulados para cada caso”.
Sólo en ese período, las decisiones de Pólit le rindieron, según los registros del departamento de sobornos de Odebrecht, US$ 4,1 millones.
Conceição grabó a Pólit en una charla telefónica y también en una visita que le hizo a su casa. El 23 de julio, en uno de los fragmentos más fuertes de la conversación de 38 minutos, Pólit dice que está preocupado por los desarrollos en Ecuador de la investigación de las cuentas extranjeras en Panamá, los llamados “Panamá Papers”. El ejecutivo de Odebrecht es directo:
“Siempre me acuerdo de lo que me decías: quiero recibir en efectivo, no quiero la plata en cuentas para no tener problemas”.
Pólit dice estar de acuerdo:
“Nada de cuentas. Mira, no tengo ni dinero en efectivo. No tengo nada. Y, lo peor, hay gente que rápidamente fue a abrir cuentas en Panamá. A veces, tú me decías: dame una cuenta en el exterior. Eso es una confusión”.
Las entregas de dinero a Pólit ocurrían entre dos y tres veces al mes, siempre hechas en efectivo, en su departamento en el Swiss Hotel, en Quito. El dinero se quedaba en el armario del departamento, en una caja fuerte incrustada en la pared. Los pagos de soborno eran tan frecuentes que Odebrecht llegó a alquilar un departamento en el hotel para almacenar el dinero y facilitar la operación. El ahora excontralor - quien renunció en junio pasado - dijo en la charla con Conceição que no recibió dinero en cuentas en el exterior. Sin embargo, el denunciante presentó pruebas al Ministerio Público Federal brasileño de que sí hubo pagos en cuentas en el extranjero.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en portugués puede ser visto aquí.
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