El Comercio 27/04/2021
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La industria petrolera ecuatoriana peligra. El banco francés Natixis es el más reciente en anunciar que no financiará la exportación de crudo ecuatoriano. El negocio de la comercialización mundial lo manejan las filiales suizas de las firmas que lo transportan (Vitol, Glencore, Trafigura) y de los bancos europeos que lo financian.
Detrás de ese boicot están los compromisos de las empresas con El Acuerdo de París contra el cambio climático (2015). El perjuicio reputacional que sufren al ser denunciadas por violar esos compromisos supera con creces el beneficio económico de financiar el negocio petrolero ecuatoriano.
AmazonWatch y otras agrupaciones afines están a la ofensiva para acabar con la industria petrolera ecuatoriana apoyándose en la Confeniae, que acusa al Gobierno nacional de no respetar los derechos de los pueblos indígenas. Esta tesis ganó fuerza con la sentencia de 2019 de la Corte de Pastaza que acogió la denuncia de la Confeniae que las contrataciones petroleras de 2012 vulneraron los derechos huaoranis, fallo que la Corte Constitucional acogió. A partir de entonces, los bancos europeos se retiran del financiamiento de la actividad petrolera.
La causa de la destrucción de la Amazonía ecuatoriana tomo notoriedad con la película “Crudo” sobre el juicio del abogado estadounidense Steven Donziger contra Chevron. Donziger cayó en desgracia cuando se demostró que redactó la sentencia exigiéndole a Chevron pagar una indemnización de USD 9 500 millones a la compañía en Gibraltar que él dirigía, y que sobornó al juez de Lago Agrio para que la firme. Donziger fue declarado culpable de ese fraude, está bajo prisión domiciliaria y perdió el derecho a ejercer la abogacía.
El país no puede renunciar a la riqueza del subsuelo, que pertenece a la nación. Para contrarrestar a la bien orquestada campaña mediática de AmazonWatch y otras organizaciones activistas, el nuevo gobierno tendrá que dar a conocer lo que ha hecho el Ecuador en la lucha contra el cambio climático y anunciar medidas adicionales con ese objetivo.
Entre las medidas a poner en marcha y difundir:
-Que Ecuador se destaca por el alto porcentaje de su generación eléctrica con energías renovables: las centrales hidroeléctricas y eólicas.
-Poner un plazo, digamos hasta 2030, para que se ponga fin a la quema de gas en los campos petroleros.
-Adoptar un plan para limpiar los derrames de petróleo en la Amazonía.
-Cumplir con vender combustibles limpios. Hasta que se concesionen las refinerías y se las modernice, deben cerrarse e importar combustible que cumpla con normas internacionales.
Guillermo Lasso tiene como norte duplicar la producción petrolera, sin lo cual no podremos financiar la recomposición de la economía destruida por el correísmo. El futuro se ensombrecería si perdemos la industria petrolera.