Investor's Business Daily 07/10/2014
Foto: AP
Estafas: Desde que Jane Fonda decidiera pararse sobre el cañón de los Viet Cong, las celebridades han influido en las causas izquierdistas. Sin embargo, nuevas relevaciones sobre Mia Farrow metiendo su mano en petróleo –y en dinero- ecuatoriano, muestran lo qué en realidad está sucediendo.
Probablemente sería tolerable escuchar la insípida opinión de lo mejor de Hollywood, si sólo fuera una cuestión de gente necia emitiendo sus opiniones.
Sin embargo, cuando las opiniones se convierten en causas promovidas por activistas de extrema izquierda, que ni siquiera se hubiesen dado sin el dinero de las dictaduras del tercer mundo, entonces hay algo más en juego.
Podríamos llamar al caso ‘palmas grasientas’ y quien se destaca en esta observación atenta, aunque no es la única, es Mia Farrow, cuyo agencia de talentos recibió $188.000 del Gobierno del Ecuador, y que se presentó como alguien supuestamente neutral en el más sucio chantaje contra una corporación del que se tenga conocimiento: la sentencia por $9.500 millones obtenida por activistas de ONG en contra de Chevron, por un caso de contaminación ambiental en el Ecuador en el que la empresa no tuvo nada que ver.
Farrow aceptó el dinero y se sumó a una cabalgata de celebridades que apoyaban una campaña en la que debía hundir sus manos en un petróleo, que probablemente era de la compañía petrolera estatal del Ecuador, para luego sacudirlas al aire frente a las cámaras, mientras culpaba a Chevron por el derrame petrolero.
Para los demandantes que ahora han sido puestos en evidencia esta era una buena inversión, pues se había obligado a Chevron a gastar muchos millones de dólares para defenderse de las acusaciones falsas que eventualmente fueron desechadas por un juez en los Estados Unidos, quien las consideró totalmente fraudulentas.
Farrow, en su cuenta de Twitter, ha insistido que solamente estaba expresando su opinión y cobrando sus honorarios como oradora.
Sin embargo, también es cierto que no reveló el monto que recibió por su papel en este truco publicitario y solo cuando las investigaciones del Washington Free Beacon y la información publicada por el New York Post esta semana, semejantes acciones salieron a la luz.
¿Acaso se puede confiar en que las celebridades que apoyan a las causas izquierdistas no han sido compradas por dictadores corruptos?
Aparentemente no; según el Beacon, el actor Danny Glover también aceptó dinero al igual que Farrow.
Ahora surgen preguntas sobre el repentino interés que antes mostró la actriz Daryl Hannah por el Ecuador. Es definitivamente el resultado de las acciones de farsantes; aquellos que han sido pagados para lanzar propaganda extranjera al aire son corruptos.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron, el artículo original en inglés puede ser visto aquí.
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