PanAmPost 16/02/2015
Fuente: PanAmPost
La libertad de prensa en el mundo entero retrocedió durante 2014, y en América Latina, está “en peligro”, según la Clasificación de Libertad de Prensa 2015 de Reporteros Sin Fronteras (RSF) que para realizar su estudio analizó las amenazas a los periodistas y el número de agresiones sufridas por estos, tanto de particulares, como de grupos antisociales, como de gobiernos.
El país con la prensa más libre en la región es Canadá, que ocupa el puesto 8, y que ascendió 10 puestos en 2014; el menos libre es Cuba, subiendo un escalón desde el año pasado, en el puesto 169.
Por encima de él están México (148 en la clasificación global) que subió cuatro puestos, pese a lo riesgoso que hace el crimen organizado ejercer el periodismo en esta nación; y Venezuela (137 en el ránking global) que perdió 21 puestos, la caída más grande en el último año analizado.
Para elaborar su clasificación global, RSF envía un cuestionario de 87 preguntas a sus colaboradores en todos los países, y que deriva en un mapa global de la Libertad de Prensa: El color blanco indica las mejores situaciones, el rojo las peores. Los ítems que se evalúan son pluralismo; independencia de los medios de comunicación; ambiente y autocensura; marco legal; transparencia; infraestructura y agresiones.
Tras Jamaica, en América los países mejor evaluados son Costa Rica (el único en la “zona blanca”, puesto 16) y Uruguay (ya en la “zona amarilla”, en el puesto 23). Estados Unidos ocupa, apenas, el puesto 49, perdiendo tres lugares con relación al año anterior; Chile, que se ubica en el puesto 43, ganó 15 puestos el año pasado, el alza más significativa en Latinoamérica. Y tras Venezuela, el país que más puestos perdió fue Ecuador (-13, en el puesto 108) por una Ley de Comunicaciones que ha significado un fiasco para RSF, así como la constante diatriba del presidente Rafael Correa con los medios de comunicación.
En 2014, según el registro de RSF, fueron asesinados 13 periodistas en todo el mundo; 165 periodistas, 178 internautas y 13 colaboradores permanecen en prisión.
América, en general, es el continente más libre para la prensa, detrás de Europa, pero en general, Reporteros Sin Fronteras afirma que las amenazas van en ascenso en todos los continentes, especialmente en África y el Medio Oriente.
Con respecto a América, RSF señala que “Venezuela, en América del Sur, pierde más de 20 posiciones. La Guardia Nacional Bolivariana dispara a periodistas en las manifestaciones aunque se identifiquen claramente como tales. En Ecuador (108, -13) la prometedora Ley Orgánica de Comunicación (LOC) mostró claramente sus limitaciones. La rectificación forzada de información se ha convertido en un modo de censura institucionalizada”.
Los países que más puestos perdieron en el ránking mundial fueron Andorra, que cayó 27 lugares, al puesto 32, “por la falta de independencia de sus medios de comunicación de los intereses financieros, políticos y religiosos”; Italia perdió 24 puestos, hasta el 73, por amenazas de la mafia a periodistas y procesos abusivos por difamación; Congo (-27, puesto 107) porque el gobierno “intensificó su caza de periodistas críticos, usando a veces métodos muy violentos”.
El informe señala que, en general, los países más ricos son los que tienen más libertad de prensa, y los países nórdicos, los que tienen la prensa más libre. Igualmente, los países política y económicamente más estables tienden a tener mayor libertad de prensa que los menos estables. Aún así, señala RSF, casos como China, Malasia o México, “tienden a recordarnos que ciertos países pueden ofrecerle estabilidad a los inversores y al mismo tiempo tener un desempeño execrable en materia de libertad de información”.
Finalmente, señala RSF que los países exportadores de petróleo tienden a tener menos libertad de prensa, y aparte del caso venezolano (al que no menciona en este particular, sin embargo) cita a Arabia Saudita, Rusia e Irán. Con 50 periodistas encarcelados, este país “es una de las prisiones más grandes del mundo para los actores de la información”.
Respecto a Rusia, señala que con una pérdida de tres puestos en 2014 “el Kremlin cierra más que nunca el cerco en torno a los periodistas críticos, y se encarga seriamente de la censura 2.0”.
El informe señala que las grandes amenazas a la libertad de prensa se centran en los conflictos bélicos; los grupos no estatales que no obedecen a leyes, como Boko Haram en Nigeria, o ISIS en Siria, así como la mafia italiana y el narcotráfico en Latinoamérica; la excusa de la seguridad nacional para imponer la censura; y los estados dictatoriales, que encuentran nuevas, y más crueles cada vez, formas de controlar la información.
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