Juicio Crudo 03/03/2016
Rafael Correa patrocinó eventos anti-Chevron para promover el fraudulento juicio contra la empresa.
Solamente en 2015, el presidente ecuatoriano Rafael Correa patrocinó 149 eventos anti-Chevron cerca de uno cada dos días y medio, en 18 países para promover el fraudulento juicio contra la empresa. También se emitieron 63 boletines de prensa atacando a Chevron, uno cada 6 días, y mantuvieron docenas de sitios Web, páginas de Facebook y cuentas de Twitter.
Desde que comenzó la campaña de Correa en septiembre de 2013, el gobierno y sus activistas aliados anti-Chevron, incluyendo los abogados detrás del fraude de Lago Agrio, organizaron 648 eventos en 51 países, emitieron 395 boletines de prensa y mantuvieron decenas de sitios Web y cuentas en redes sociales. Toda esta actividad está diseñada para hacer que parezca como si existiera una oposición global contra Chevron y que hay apoyo al fraudulento juicio contra la compañía en Ecuador. En lugar de ello, la campaña ha sido expuesta como nada más que una serie de artimañas patrocinadas por el estado.
Un Espectáculo Costoso
El circo anti-Chevron ha involucrado virtualmente a todo el cuerpo diplomático de Ecuador, numerosos ministerios y organismos gubernamentales, y decenas de empleados, miembros del partido gobernante y trolls en redes sociales.
The Washington Free Beacon informó que Ecuador contrató a una firma de relaciones públicas con sede en los EE. UU. para llevar a cabo la campaña anti-Chevron por una cifra sin precedentes de US $6.4 millones. El Instituto Estadounidense de Medios de Comunicación recientemente dio a conocer correos electrónicos entre los líderes de Ecuador, quienes estaban planeando contratar a celebridades tales como Danny Glover y Mia Farrow para que apoyaran la campaña. Tanto Glover como Farrow viajaron a Ecuador en 2014 para participar en una serie artimañas mediáticas en contra de Chevron, por un costo de $500.000 dólares.
Correa sigue llevando a políticos extranjeros, periodistas y celebridades para que visiten los sitios petroleros de la Amazonía y acusen falsamente a Chevron. En enero, recibió a dos representantes de la sede canadiense del sindicato United Food and Commercial Workers (UFCW). Candice Malcolm, una columnista del Toronto Sun, criticó la participación del sindicato, diciendo, "los futuros visitantes serían sabios si observan el repugnante historial de Ecuador, y leen la extensa decisión de una corte de EE.UU antes de adoptar y defender esta turbia causa".
No importan los boletines de prensa emitidos, los eventos organizados, los sitios web lanzados o los robots registrados en Twitter, la campaña anti-Chevron no puede cambiar la verdad: No hay ninguna evidencia que sustente las acusaciones contra Chevron en Ecuador. Se ha demostrado que la sentencia ecuatoriana fue fraudulenta, y que la República de Ecuador es responsable de cualquier obligación ambiental pendiente en la Amazonía.
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