Juicio Crudo 05/03/2013
Fotografía de los exteriores del laboratorio HAVOC tomada en marzo de 2006.
Cuando comenzaron las inspecciones judiciales, en 2004, los demandantes contrataron los servicios de los laboratorios de la Universidad Católica de Quito para la realización de los informes técnicos con los cuales pretendían sustentar sus acusaciones.
Sin embargo, en 2005 y sin motivo aparente cambiaron del laboratorio de la universidad a otro llamado HAVOC.
Este laboratorio produjo más del 75% de todos los datos que los demandantes presentaron para sustentar su demanda, a pesar de que HAVOC no estaba acreditado como idóneo por el organismo nacional competente.
Un laboratorio independiente de Estados Unidos, Wibby Environmental, determinó que los resultados de HAVOC están viciados y son inaceptables e incompletos. Por este motivo Chevron pidió que se inspeccione este laboratorio para asegurarse que está calificado para realizar los análisis requeridos por la Corte en el juicio.
Entre el 2006 y el 2007, los demandantes y el propio laboratorio impidieron en ocho ocasiones las inspecciones ordenadas por el juez civil de Pichincha, Germán González.
En consecuencia, Chevron pidió a la Corte en Lago Agrio que rechace las pruebas que salieron de este laboratorio que carecía de las certificaciones legales, pero el juez de la causa hizo caso omiso del pedido.
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