Juicio Crudo 05/03/2013
Charles Calmbacher (centro), perito de los demandantes, durante la inspección judicial al pozo Sacha
Desde el inicio de inspecciones judiciales ordenadas por la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, los abogados de los demandantes se dieron cuenta que su demanda carecía de sustento técnico. Ante semejante realidad, su recurso fue falsificar informes periciales técnicos para inducir a error a la Corte.
En marzo de 2010, el primer perito técnico de los demandantes, Charles Calmbacher, declaró bajo juramento, en Estados Unidos, que los informes presentados en su nombre para los pozos Sacha-94 y Shushufindi-48 no fueron escritos por él ni contienen sus conclusiones.
Calmbacher había determinado que no existe riesgo para la salud humana ni para el medioambiente en estos dos pozos y en ningún otro sitio inspeccionado por él y que había sido remediado por Texaco Petroleum Company (TexPet). Sin embargo, los informes elaborados en las oficinas del abogado de los demandantes, Alberto Wray, en Quito y presentados a la Corte en febrero y marzo de 2005, afirmaban lo contrario.
Chevron solicitó a la Corte anular los informes al descubrir esta falsificación, pero este pedido fue ignorado.
En escritos posteriores, Chevron también solicitó la nulidad de más de dos decenas de informes presentados por los abogados demandantes durante las inspecciones judiciales por contener errores esenciales, omisiones y graves defectos técnicos. Esos pedidos también fueron ignorados por la Corte.
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