PanAm Post Blog 09/11/2015
Foto: PanAm Post Blog
Hasta hace poco, la hegemonía política de la izquierda latinoamericana parecía incuestionable. Lentamente se fue posicionando un discurso que planteaba la reivindicación de lo social en un continente en el cual, ciertamente, existía una profunda inequidad en la distribución del ingreso y un número importante de excluidos de los procesos productivos.
Se trató de un proceso de que construyó desde las necesidades de los pueblos, que en mayor o menor medida implicó la construcción, a veces artificial, del resentimiento social como mecanismo de integración de lo político. Así, se utilizó a los pobres y a la pobreza como elementos de integración social alrededor de proyectos reivindicativos.
Quizás uno podría decir que el diagnóstico desde el cual se definió la actividad política en nuestros países era correcto. Sería necio negar que existía una importante distancia social entre nosotros, también lo sería afirmar que las oportunidades estaban distribuidas de manera equivalente entre todos.
La verdad es que no, que hay muchos casos de gente en situación de pobreza crítica, que forman parte de las favelas y los barrios más pobres de nuestras sociedades, que no reciben educación, que no tienen acceso a los servicios de salud o que viven al margen de la vida civilizada.
Leer más aquí
Fuente OriginalNotas relacionadas