El País España 10/03/2015
Obras en la central hidroeléctrica de Coca Codo Sinclair.
Mitad de precio, mitad de ingresos. Esta es la ecuación petrolera de la que quiere alejarse Ecuador mediante alternativas energéticas. Ocho nuevas centrales hidroeléctricas y la minería a gran escala son las grandes apuestas del Gobierno para reducir su dependencia financiera del precio del crudo.
Con el barril a una cotización de 50-60 dólares, el Estado ha tenido que recortar su presupuesto para el 2015 en 1.420 millones. Contaba con unos ingresos calculados sobre una cotización a 79,7 dólares por barril, una cifra que ya lleva meses sin repetirse y que no se volverá a ver en al menos medio año, según los analistas.
Ese caudal de dinero, con el que ha contado el presidente Rafael Correa durante ocho años de mandato, equivalía al 11,5% del PIB de Ecuador y financiaba el 15% del Presupuesto General del Estado de 2015, aprobado por la Asamblea. Pero en enero el ministro de Finanzas, Fausto Herrera, confirmó los recortes. El ajuste —de 839,9 millones en inversión y 580 millones en gasto corriente— no ha afectado, según las explicaciones gubernamentales, a las inversiones estratégicas del país. Entre ellas, los dos grandes proyectos de Ecuador para eclipsar el peso de la venta de barriles en su economía.
Hay ocho grandes centrales nucleares en construcción que permitirán duplicar la generación de energía eléctrica para el año que viene y, de cara al futuro, exportar este recurso a otros países. Es decir, Ecuador tendrá menos gastos —a pesar de ser productor de crudo, necesita importar combustibles derivados para generar energía— y más ingresos. "Son como 1.000 millones de dólares que ahorraremos al no importar combustibles para generar energía y también en el gasto fiscal por la reducción de los subsidios que ahora se aplican a los carburantes", anunció Correa.
El territorio de Ecuador está explorado en un 10 % y ya se ha encontrado un potencial de 217.000 millones de dólares en reserva de oro, plata, cobre y molibdeno
Las ocho grandes centrales, repartidas entre la Sierra y el Oriente (la selva) principalmente, aumentarán a 6.779 megavatios la potencia instalada del país, que ahora es de 3.770. Pero para ello hace falta una inversión de 4.983 millones y esperar hasta 2016. El proyecto más ambicioso es el de la central de Coca Codo Sinclair, en las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, que aportará 1.500 megavatios y se lleva 2.245 millones de dólares de inversión. Su puesta en marcha está prevista para inicios de 2016 y en estos momentos se ha ejecutado el 80% de las obras. El proyecto de Coca Codo Sinclair, materializado con financiación china, aprovecha una curva en desnivel de 620 metros del río Coca para obtener la energía hidroeléctrica, según la descripción del Ministerio de Electricidad y Energía Renovable.
"No hay que hablar de dependencia del petróleo, pero sí de una sustancial reducción de la importancia relativa. Entre las industrias básicas tenemos proyectos, como la refinería del cobre y la siderúrgica, que usan gran cantidad de energía y la opción viable sería usar energía eléctrica", cuenta el subsecretario de Industrias Básicas, Alexis Valencia, frente a otras fuentes como el carbón o el búnker. "Son más costosas y eventualmente, más peligrosas", añade.
En este cambio de matriz energética, el Gobierno no ha prescindido de otros recursos hasta ahora no tan aprovechados: los minerales. El territorio de Ecuador está explorado en un 10 % y ya se ha encontrado un potencial de 217.000 millones de dólares, en reserva de oro, plata, cobre y molibdeno. Pero los cinco macroproyectos existentes están al final de su fase de exploración y "paralizados", según David Larenas, de Renoy Consulting y exempleado de Kinross, una de las grandes empresas mineras. No empieza aún la explotación de los recursos y además, la normativa no acompaña. El primer paso para avanzar en el desarrollo ya está dado, con la creación del nuevo Ministerio de Minas.
La deuda con China supera los 5.170 millones de dólares y la preventa de petróleo los 2.000 millones
Fausto Ortiz, exministro de Finanzas.
Ni las hidroeléctricas ni la exploración de minas a gran escala serían viables, tal y como están planteadas, sin financiación china. Ecuador ha buscado recursos en su aliado asiático, que también participa de la explotación del petróleo. "La deuda con China supera los 5.170 millones de dólares y la preventa de petróleo los 2.000 millones. Eso no significa que la producción petrolera esté hipotecada a China; hay acuerdos de exportación petrolera a China con una relación que aproximadamente representa 40.000 barriles diarios de exportación por cada 1.000 millones de financiamiento", explica el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz.
Las energías renovables tampoco quedan fuera del mapa ecuatoriano, aunque se alejan del continente. Dos de los principales proyectos, uno eólico y otro solar, están instalados en las islas Galápagos, una reserva ecológica que aspira al autoabastecimiento para evitar el daño al ambiente y a las especies.
El proyecto de energía fotovoltaica utilizará, además del potencial solar, combustible de aceite vegetal, llamado jatrofa, en lugar de diésel, como es habitual.
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