El País España 26/10/2017
La deuda de Ecuador está por encima del límite constitucional del 40% y sigue expandiéndose. El presidente Lenín Moreno, en el poder desde el pasado 24 de mayo y que reprochó a su predecesor por no haber dejado las cuentas nacionales en orden, ha replicado la fórmula del endeudamiento de Rafael Correa al obtener casi 6.000 millones de dólares adicionales en cinco meses a través de los mercados internacionales y de inversiones en oro. La oposición critica la medida.
Ya no se esperan más compromisos para lo que queda de año, porque el hueco fiscal de 2017 está cubierto con la última emisión de bonos por la que han ingresado a las arcas ecuatorianas 2.500 millones de dólares, que deben ser devueltos en 10 años con una tasa de interés del 8,87%. Pero el equipo económico del Gobierno ha anunciado que en 2018 harán falta otros 10.000 millones de dólares para el presupuesto que se presentará la próxima semana.
Para el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, y para el presidente, Ecuador está en un nivel insostenible de endeudamiento pero, aseguran, el país no podrá rehuir el incremento de la deuda pública en el corto plazo. "Estamos buscando financiamiento en mejores condiciones para salir del endeudamiento caro por uno más barato y de largo plazo, lo cual puede tomar entre tres y cuatro años", explicó el responsable de Finanzas al diario El Comercio.
La lógica económica no ha servido, sin embargo, para aplacar las diferencias crecientes con los miembros de Alianza PAÍS correístas. El último en levantar la polémica era, hasta el pasado 25 de agosto, asesor de Moreno. Ricardo Patiño renunció a su cargo el mismo día en que la Asamblea Nacional retiraba la inmunidad al vicepresidente sin funciones, Jorge Glas, para que pueda ser procesado en el caso Odebrecht.
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