La República 09/08/2016
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NUEVA YORK — Una corte federal de apelaciones falló el lunes que demandantes ecuatorianos no pueden cobrar a Chevron 9.000 millones de dólares en Estados Unidos en compensación por daños al medio ambiente, y ratificó el fallo de un tribunal menor acerca de que la indemnización ordenada por una corte ecuatoriana se logró a través de sobornos, coerción y fraude.
La corte de apelaciones declaró que “no hay base para desestimar o revertir” la sentencia de la Corte de primera instancia, señalando que “el registro en el presente caso revela un desfile de acciones corruptas por el equipo jurídico de los Demandantes de Lago Agrio (DLA), incluyendo la coacción, el fraude, y el soborno, culminando con la promesa de $500,000 al Juez Zambrano a cambio de una sentencia a favor de los DLA”.
En 2014, la Corte Federal para el Distrito Sur de Nueva York, encontró que Steven Donziger, el abogado estadounidense detrás del juicio contra Chevron en Ecuador, había violado la ley federal contra la extorsión y organizaciones corruptas (RICO, por sus siglas en inglés), cometiendo extorsión, lavado de dinero, fraude electrónico, violación a la ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, manipulación de testigos y obstrucción de justicia para obtener la sentencia ecuatoriana, y había tratado de encubrir los crímenes que él y sus asociados cometieron.
“Esta decisión, que es consistente con los hallazgos de numerosos funcionarios judiciales en Estados Unidos y Sur América, no deja dudas de que la sentencia ecuatoriana contra Chevron es ilegítima e inejecutable, por ser producto de conducta ilegal”, dijo R. Hewitt Pate, vicepresidente y director jurídico general de Chevron. “Chevron está complacida de que la verdad se haya impuesto al fraude y la corrupción”.
Durante el juicio RICO de siete semanas, Chevron presentó evidencias que detallaban el alcance de los actos fraudulentos llevado a cabo y dirigidos por Donziger, su equipo legal ecuatoriano y otros asociados, incluso la fabricación de evidencia ambiental, presionar a expertos científicos para que falsificaran informes, conspirar para intimidar a jueces para que dictaran sentencias favorables, sobornar a expertos designados por la corte, escribir informes de la corte de manera clandestina e incluso la redacción de la sentencia final.
Karen Hinton, portavoz estadounidense para los demandantes ecuatorianos, dijo que estaban impactados por el fallo y dijeron que “es un día triste para el sistema de justicia de Estados Unidos”.
“Aunque estamos decepcionados, este fallo no impedirá a los ecuatorianos, sus abogados y quienes los apoyan, a buscar justicia agresivamente en Canadá y otros países donde hay litigios en marcha para incautar cuentas de Chevron”, dijo Hinton.
En una decisión escrita por el juez de circuito Amalya Kearse, un panel de tres magistrados del segundo circuito rechazó el argumento de los demandantes ecuatorianos de que no estaban al tanto de actos impropios por parte de los abogados en el caso y no deben ser responsables.
“No hay autoridad que indique que una parte que ignoraba las acciones fraudulentas de su abogado pueda aplicar un dictamen que se obtuvo de forma fraudulenta”, dijo el panel.
Steven Donziger, un abogado de la ciudad de Nueva York, que fue fuertemente criticado por el juez Kaplan, dijo que el fallo del tribunal del 2do circuito “no tiene precedentes en la ley estadounidense” y prometió explorar todas las opciones en una apelación.
“Nunca antes un tribunal estadounidense permitió a alguien que perdió un juicio en otro país venga a Estados Unidos a atacar una indemnización otorgada por un juez”, dijo el fiscal Deepak Gupta.
Chevron, con sede en San Ramon, California, ha dicho desde hace mucho tiempo que un acuerdo que Texaco firmó en 1998 con Ecuador después de una limpieza donde invirtió 40 millones de dólares la absuelve de responsabilidad. Chevron dice que la empresa petrolera estatal ecuatoriana es responsable de gran parte de la contaminación en el yacimiento petrolero que Texaco abandonó hace más de dos décadas. Los demandantes ecuatorianos dijeron que la limpieza fue una farsa y no exenta los reclamos de terceras partes.
En febrero de 2011, un juez en Ecuador determinó un pago de 18.000 millones de dólares contra Chevron en una demanda presentada a favor de 30.000 residentes. El juicio fue por el daño ambiental causado por Texaco durante la operación de un consorcio petrolero en la selva de 1972 a 1990. Posteriormente, Chevron compró Texaco.
El tribunal superior de Ecuador ratificó en 2014 el dictamen, pero redujo la compensación a 9.500 millones de dólares.
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