Business Roundtable 04/06/2014
En marzo pasado, el juez del Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Sur de Nueva York, Lewis Kaplan, dictaminó que el litigio contra Chevron presentado por el abogado Steven Donziger por supuesta contaminación ambiental en Ecuador, fue fraudulento y constituyó una violación a la Ley federal estadounidense contra la asociación ilícita para delinquir y extorsionar.
Kaplan prohibió a Donziger y sus compatriotas ecuatorianos (así como los adinerados financistas que respaldaron el litigio) aprovecharse de lo que se pudiera obtener por daños y perjuicios según lo establecido en la sentencia emitida por un juez ecuatoriano que otorgó a los demandantes unos USD 18 mil millones, más tarde reducidos a USD 9 mil millones.
El juicio puso en evidencia el elevado grado de extorsión de los abogados litigantes en contra de empresas estadounidenses y el modo en que Kaplan demolió el ataque de más de dos décadas de litigio. El fallo condenatorio de casi 500 páginas dice:
[Donziger] y los abogados ecuatorianos a quienes lideraba corrompieron el juicio de Lago Agrio. Presentaron pruebas falsas. Presionaron a un juez, en primer lugar para utilizar a un “perito global” nominado por la corte y supuestamente imparcial para que realizara una evaluación general de daños, y luego para asignar tan importante rol a un hombre elegido a dedo por Donziger, a quien le habían pagado para que “jugar[a] del lado” de los demandantes de Lago Agrio. Luego, le pagaron a una consultora de Colorado para que secretamente redactara la totalidad, o la mayor parte, del informe del perito global; presentaron falsamente el informe como el trabajo del perito designado por el juez y supuestamente imparcial, además de afirmar verdades a medias o hasta peores cosas ante los tribunales de los Estados Unidos, para así tratar de evitar la revelación de este y otros ilícitos. Finalmente, el equipo de los demandantes de Lago Agrio redactó la Sentencia de Lago Agrio y prometió US$500.000 al juez ecuatoriano para que fallara a su favor, y firmara la sentencia redactada por ellos. Si alguna vez existió un caso que justifique el otorgamiento de protección judicial derivada del régimen de EQUITY (equitable relief), respecto de una sentencia obtenida mediante fraude, es este.
Desde el fallo emitido a principios de marzo, muchos otros acontecimientos han tenido lugar, demasiados como para recapitularlos en el limitado espacio de una entrada de un blog. Para el público interesado en la historia, nos gustaría recomendarles " Law of the Jungle: The $19 Billion Legal Battle Over Oil in the Rain Forest and the Lawyer Who'd Stop at Nothing to Win", por Bloomberg / Businessweek’s Paul M. Barrett, que saldrá en septiembre.
Sin embargo, hay algunos puntos destacados que van desde el pago a falsos manifestantes contra Chevron a razón de $85 por día, hasta la debacle del bufete de abogados y la retórica cada vez más desesperada de los abogados litigantes:
Paul M. Barrett, "The Real Waste Behind the Phony Anti-Chevron Protesters":
El misterio de la falsa protesta contra Chevron (CVX) continúa. Como informé la semana pasada, la junta anual de accionistas de la petrolera, celebrada el pasado 28 de mayo en Midland, Texas, atrajo una protesta medioambiental protagonizada por falsos participantes, a cada uno de los cuales se les pagaba $85 por agitar carteles y gritar consignas.
"Todo se veía muy planificado," me dijo María Garay el lunes. Garay, es una ejecutiva de relaciones públicas que trabaja en Brooklyn (NY), quien ayudó a promover el evento pero dijo que no tenía nada que ver con los manifestantes falsos. No sabe quiénes eran ni quién les pagó. "Había un tipo alto, de pelo rubio platinado que les estaba explicando qué corear y en dónde ubicarse", dijo Garay.
En una situación normal, la identidad del individuo del pelo rubio platinado y, de hecho, todo este episodio, podría simplemente constituir un hecho embarazoso de menor importancia para quienes de manera seria se oponen a la contaminación. Sin embargo, es realmente importante puesto que es un ejemplo emblemático de la deshonestidad que ha llegado a permear una campaña activista de más de veinte años sobre la contaminación petrolera en el Ecuador.
No, el rubio platinado no era Sting. Él no es tan alto. Y el color rubio le viene y se va.
Reportaje del Midland Reporter, "Chevron responds to recent op-ed from Ecuador’s ambassador":
La reciente columna de la Embajadora de Ecuador Nathalie Cely, contiene varias flagrantes omisiones y falsedades.
Lo más importante es que no menciona que en marzo pasado una Corte Federal de EE.UU. dictaminó que la sentencia ecuatoriana contra Chevron fue producto de fraude y extorsión, encontrándola inejecutable en Estados Unidos. Como el juez que presidió el caso, Lewis Kaplan, afirma en el fallo de la Corte: "Las acciones indebidas llevadas a cabo por Donziger y su equipo legal ecuatoriano resultarían ofensivas para las leyes de cualquier país que pretende respetar el Estado de Derecho, incluso para el Ecuador y ellos lo sabían."
Por último, "60 Minutes" corrigió ligeramente el récord desde su segmento de marzo de 2009 sobre el litigio. Parecería que una retractación completa sería más atinada, periodísticamente hablando.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí.
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