El gobierno anunció este año que Petroecuador va a remediar las piscinas que aún siguen abiertas.
El 30 de septiembre de 1998 se puso fin a una etapa en la historia petrolera del país. Ese día, Texaco Petroleum Company (TexPet) fue eximida por el Gobierno ecuatoriano y Petroecuador de cualquier responsabilidad a futuro tras cumplir exitosamente con sus obligaciones sociales y ambientales en Ecuador.
El ministro de Energía y Minas, el presidente ejecutivo de Petroecuador y el gerente de Petroproducción de la época certificaron los trabajos de remediación ambiental realizados por la compañía entre 1995 y 1998. El 30 de septiembre de 1998 se firmó el Acta Final.
Los métodos y los estándares de la remediación fueron acordados en un Memorando de Entendimiento firmado en 1994 y el Contrato de Ejecución de Trabajos acordado en 1995.
En total, TexPet destinó $ 40 millones para remediación ambiental y programas sociales. Remedió 162 de las 430 piscinas petroleras identificadas (además de 67 áreas de derrame) en dos auditorías, una proporción de los pasivos ambientales igual a su participación en el consorcio con Petroecuador (37.5 %).
20 años después, el 30 de agosto de 2018, un tribunal de La Haya, tras un largo proceso arbitral, que incluyó una inspección a los campos petroleros de la Amazonía ecuatoriana, confirmó que TexPet cumplió fidedignamente con sus obligaciones ambientales en Ecuador. La validez del Acta Final fue ratificada.
La responsabilidad de Petroecuador
En su laudo, el tribunal señaló además que Petroecuador “durante más de tres décadas, no hizo absolutamente nada” para abordar sus propias obligaciones de remediación ambiental en la misma área de operaciones, a pesar de que Ecuador y su compañía estatal recibieron el 97.3 % de los ingresos generados por la producción de petróleo del proyecto.
Esto fue ratificado por el gobierno nacional. El ministro de Energía, Fernando Santos, fue entrevistado por ‘La Barra Espaciadora’ el 23 de enero. Señaló que Texaco -como socio minoritario del exconsorcio con CEPE- cumplió con sus obligaciones y con la remediación ambiental en Ecuador. “El hecho es que Texaco, todas las piscinas que le correspondía, limpió. Y el gobierno le dio un certificado. Pero Petroecuador tenía que limpiar sus dos terceras partes de las piscinas y no lo ha hecho… Esas piscinas que están sucias son de exclusiva responsabilidad de Petroecuador”.
Agregó: “Y tiene que limpiar Petroecuador, obviamente. Para eso contrata a un montón de gente de la zona que se llama Amazonía Viva. Ellos tienen que limpiar, pero es responsabilidad del Estado y tienen que limpiar inmediatamente. Voy a hablar específicamente con los señores de Petroecuador y encargarme de que esto se limpie, ya es hora. ¡Desde el año 1992! Estamos hablando ya de 30 años. ¡Ya basta de farsas, ya se acabó el juicio con la Chevron!”