En 1993, abogados estadounidenses enjuiciaron a Texaco en Nueva York, pero fracasaron.
El 3 de noviembre de 1993, un grupo de abogados estadounidenses enjuició a Texaco Inc. en Nueva York. Joseph C. Kohn, Steven Donziger y Cristóbal Bonifaz, en representación de 76 demandantes ecuatorianos, entablaron una demanda en las cortes estadounidenses. Acusaron a la compañía de supuestos daños ambientales relacionados a la exploración y producción petrolera en Ecuador (1964-1990).
¿Cuál fue el resultado?
El 30 de mayo de 2001, el juez federal Jed Rakoff, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Nueva York, rechazó la causa por no corresponder a su jurisdicción. Los demandantes apelaron.
El 16 de agosto de 2002, el Tribunal de Apelación de los Estados Unidos confirmó el fallo con la condición de que Texaco no pueda oponerse a la jurisdicción ecuatoriana, si fuere demandada en el país.
El caso en Ecuador
En mayo de 2003, el circo se trasladó a Ecuador. Los abogados de 48 demandantes interpusieron una demanda judicial contra Chevron (que nunca ha operado en Ecuador, pero había adquirido a Texaco en 2001) en la Corte Superior de Nueva Loja (actualmente Corte Provincial de Sucumbíos) por la operación de Texaco Petroleum Company (TexPet), socio minoritario del Consorcio CEPE (Petroecuador)-Texaco.
Tras varios años en las cortes ecuatorianas, el caso conocido como ‘el fraude del siglo’ ha tenido un desenlace extraordinario.
El caso de Lago Agrio resultó en una sentencia contra Chevron en 2011, que estuvo plagada de fraude, falsificación de pruebas y chantaje por parte de los abogados demandantes. Así lo determinó una corte federal en Nueva York, en 2014, y ratificado en segunda instancia.
La fraudulenta sentencia de Lago Agrio también fue rechazada por las cortes de Argentina, Brasil, Canadá y Gibraltar que confirmaron que la sentencia ecuatoriana no será reconocida o ejecutada en países que respeten el Estado de derecho.
El 30 de agosto de 2018, un tribunal de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya confirmó los hallazgos de la justicia estadounidense al determinar que la sentencia de $ 9.500 millones dictada en contra de Chevron en Lago Agrio, fue obtenida a través de fraude, sobornos y corrupción.
En sus más de 500 páginas, el laudo del tribunal describe la “abrumadora” evidencia de fraude y corrupción en Ecuador del equipo legal de los demandantes de Lago Agrio, encabezados por Steven Donziger y Pablo Fajardo. El laudo determinó que Ecuador violó el derecho internacional al emitir la sentencia corrupta, y agregó que el Ecuador tendría que compensar a Chevron por esa denegación de justicia.
También concluyó además que Texaco ya cumplió con su obligación de llevar a cabo una remediación ambiental de $ 40 millones en la Amazonía ecuatoriana entre 1995 y 1998.
Actualmente, el tribunal de La Haya está analizando la cuantía de los daños por los cuales Ecuador debe indemnizar a Chevron en la siguiente y última fase del arbitraje.