Wálter Spurrier, analista económico, fue entrevistado el 25 de mayo en el programa ‘Hablando Fuerte’ de Rodolfo Baquerizo en radio Tropicana sobre varios temas coyunturales. Analizaron los retos que le esperan al nuevo presidente Guillermo Lasso. Señaló que pronto se conocerá cuál será el monto establecido por el Tribunal Arbitral de La Haya con el que Ecuador deberá indemnizar a Chevron.

También analizaron el papel de Steven Donziger, principal abogado detrás del fraude contra Chevron en Ecuador. Spurrier mencionó sobre Donziger que “no puede ejercer y está en prisión domiciliaria desde hace algunos años”.

Baquerizo, por su parte, comentó: “lo que el tipo hizo fue más o menos no solo hacerle la sentencia, sino decir cuánto tenían que pagar y que, si no pagaban en 30 días, pagaban nueve mil millones más. O sea, el tipo estaba loco”.

Aquí está la transcripción de la parte de la entrevista donde se analiza el caso Chevron.

Wálter Spurrier: Claro, claro y hay cosas como, por ejemplo, en otro orden de cosas, el caso Chevron, que ya pronto se va a dar cuánto el Ecuador tiene que indemnizar a Chevron.

Rodolfo Baquerizo: ¡Dios mío! ¡Dios mío! 

Wálter Spurrier: Va a ser una barbaridad de plata porque ya había firmado el Ecuador que Chevron había cumplido con la limpieza ambiental. Y que independientemente que lo haya hecho o no, pero formalmente ya ha dado por aceptado el Ecuador, y después viene Correa e inicia otro proceso apoyándose en un abogado americano un poco inescrupuloso. Entonces, no se puede… 

Rodolfo Baquerizo: Está juzgado. Está siendo juzgado y creo que ya lo condenaron a Donziger por haber… 

Wálter Spurrier: Hace rato lo condenaron. No puede ejercer y está en prisión domiciliaria desde hace algunos años. 

Rodolfo Baquerizo: Así es. Lo que el tipo hizo fue más o menos no solo hacerle la sentencia, sino decir cuánto tenían que pagar y que si no pagaban en 30 días, pagaban nueve mil millones más. O sea, el tipo estaba loco. 

Wálter Spurrier: Así es. Y el juez en Estados Unidos pudo demostrarle de que el juez ecuatoriano que dictó esa sentencia no podía explicar qué es lo que había dicho o no sabía. Había firmado sin siquiera entender lo que estaba firmando. 

Rodolfo Baquerizo: Ya. O sea, un genio, ya entendí. 

Wálter Spurrier: Sí. 

Rodolfo Baquerizo: Ya, ok. Ahora, perfecto, quedó aclarado ese punto. Vamos al otro punto.