El Oriente
María Aguinda fue engañada para que firme la demanda contra Texaco en Ecuador
La manipulación de indígenas ha sido siempre una estrategia de los abogados corruptos detrás del “fraude legal del siglo” contra Chevron.
El Oriente 29/11/2022
La manipulación de indígenas ha sido siempre una estrategia de los abogados del fraude contra Chevron
¿Por qué el juicio en Ecuador se llama María Aguinda versus Chevron? María Aguinda, indígena kichwa, fue la primera persona que firmó la demanda contra Texaco en 1993. Lo alucinante de esto es que ella fue engañada por los abogados corruptos detrás del fraude para que firme la demanda.
En tomas no utilizadas de la película ‘Crudo’, filmadas en 2007, Aguinda explica cómo fue engañada con una falsa promesa de recibir medicinas gratis a cambio de firmar un documento. Nunca supo que estaba firmando una demanda contra una empresa.
Y así fue como nació el denominado “fraude legal del siglo” en Ecuador.
Pero este no es el único ejemplo. Los abogados detrás del fraude contra Chevron en Ecuador, Steven Donziger y Pablo Fajardo, han utilizado a indígenas amazónicos como parte de su estrategia para enriquecerse ilícitamente.
En esta misma película, Donziger engañó en cámara a Ermenegildo Criollo, indígena cofán, sobre qué decir en una reunión de accionistas de la empresa en Estados Unidos. Le manifiesta al productor de la película, en idioma inglés, para que Criollo no entienda: “Tienes que controlar a este tipo y ponerlo rápido al día. En serio, porque ahorita, no creo que él – él esté captando”.
Vale recordar que, en 2017, Donziger fue declarado “persona no grata” por las propias comunidades amazónicas que él dice representar. Además, fue enjuiciado por los huaoranis.
Por su parte, Fajardo, quien fue destituido por “traicionar” a los habitantes de la Amazonía, llegó al extremo de manifestar que “los tetetes y sansahuaris se extinguieron por completo en los primeros años de operación de Texaco en la Amazonía”. Sus declaraciones falsas han quedado al descubierto.
Estudios antropológicos, como el escrito por Robert Wasserstrom, Susan Reider y Rommel Lara, señalan que ya para los años 50 los tetetes casi habían desaparecido debido al boom cauchero y a la guerra con otros grupos indígenas. Esto es décadas antes de la explotación petrolera en el nororiente ecuatoriano.
Pero si las afirmaciones sobre los tetetes son disparatadas y distan de la realidad, las hechas sobre los sansahuaris caen en lo ridículo. Según los estudios, los sansahuaris jamás existieron.
Según los acuerdos de financiación obtenidos por Chevron a través de órdenes judiciales, los demandantes ecuatorianos no recibirían dinero alguno de la sentencia fraudulenta de Lago Agrio. Los documentos, en cambio, apuntan a que Steven Donziger recibiría casi $ 600 millones, mientras que su socio ecuatoriano, Pablo Fajardo, obtendría $ 190 millones. El resto de las ganancias iban a ser distribuidas entre financistas.
A estos extremos han llegado Fajardo y Donziger, en su afán de enriquecerse a costa de los indígenas amazónicos ecuatorianos.