El Oriente
‘La mano sucia’ de Correa apoyando el fraude contra Chevron fue ‘plata perdida’
Xavier Villacís escribió en El Telégrafo que la estrategia del correísmo contra la imagen de Chevron conllevó un gasto aproximado de $ 80 millones, de los cuales casi su totalidad fue a parar a contratos falsos.
Juicio Crudo 16/09/2022
La estrategia del correísmo contra la imagen de Chevron conllevó un gasto aproximado de $ 80 millones, de los cuales casi su totalidad fue a parar a contratos falsos / Foto: JuicioCrudo
Han pasado 9 años desde que el 17 de septiembre de 2013, el presidente Rafael Correa organizó una cadena nacional en el pozo Aguarico 4, provincia de Sucumbíos. Desde ahí lanzó la campaña ‘la mano sucia’ para impulsar el fraudulento caso contra Chevron.
La engañosa campaña comenzó con una gran mentira. La piscina abierta en el pozo Aguarico 4 debía haber sido remediada por Petroecuador y no por Texaco Petroleum (Texpet), según el Plan de Remediación Ambiental firmado con el Estado ecuatoriano en 1995. Así figura también en el Proyecto de Eliminación de Piscinas Contaminadas y Derrames en el Distrito Amazónico (PEPDA) de 2006 y 2007.
Este fue el comienzo de una campaña fraudulenta que se extendió a varios países y que involucró al cuerpo diplomático de Ecuador, además del lanzamiento de la película ‘El Juego Sucio’, difundida por la Procuraduría General bajo el mando de Diego García, la visita de actores pagados, libros, camisetas, publicidad y hasta personas contratadas para protestar contra Chevron en Estados Unidos.
En febrero 2016, el American Media Institute (AMI) reveló que para pagar todo esto (incluyendo los viajes pagados para la estrellas de Hollywood), Correa contrató a MCSquared, una firma de relaciones públicas basada en Brooklyn, que fue creada por una vieja amiga de Correa, María del Carmen Garay, depositando $ 534.000 cada mes en una cuenta de Citibank en Park Avenue, Nueva York.
Según 4 Pelagatos, en 2016, el gobierno de Correa entregó $ 6.4 millones a MCSquared para la campaña contra Chevron.
Xavier Villacís escribió en El Telégrafo: “La estrategia del correísmo contra la imagen de Chevron conllevó un gasto aproximado de $ 80 millones. De ese monto se concluye que casi su totalidad fue a parar a contratos falsos, chuecos, inflados e injustificables. Como aquel de la página web de 100 mil dólares o el millonario tour de varios artistas internacionales a nuestra Amazonía”.
El propio procurador general, Íñigo Salvador, calificó en una entrevista en Teleamazonas a esta campaña como “plata perdida”. “Por más publicidad, propaganda, por más campaña de comunicación que se haga en torno a un tema, las consideraciones que toma en cuenta un tribunal internacional son otras y esa plata utilizada en todas estas campañas termina siendo plata perdida”.
El 30 de agosto de 2018, un tribunal de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya dictó un laudo a favor de Chevron. Resolvió que la República del Ecuador violó sus obligaciones bajo tratados internacionales, acuerdos de inversión y el derecho internacional al emitir la sentencia de Lago Agrio de $ 9.500 millones dictada en contra de Chevron en 2011.
El tribunal concluyó unánimemente que esa sentencia fue obtenida a través de fraude, sobornos y corrupción y se fundamentó en reclamos que la República del Ecuador ya había transado años antes.
El tribunal de La Haya está analizando la cuantía de los daños por los cuales Ecuador debe indemnizar a Chevron en la siguiente y última fase del arbitraje.