Poco a poco, el mundo se da cuenta quién es realmente Pablo Fajardo, el abogado ecuatoriano que esperaba llevarse $190 millones de la fraudulenta sentencia contra Chevron. En las últimas semanas, su nombre ha dado la vuelta al planeta -y no por buenas razones-.

• El 25 de mayo, 2018, la Corte Suprema de Gibraltar emitió una sentencia  contra  Fajardo, Luis Yanza, Ermel Chávez, el Frente de Defensa de la Amazonía y Servicios Fromboliere, por su participación en una conspiración para obtener y tratar de ejecutar la fraudulenta sentencia ecuatoriana  contra  Chevron. La Corte le otorgó a la compañía una indemnización de US $38 millones por daños e intereses, y emitió una orden judicial permanente que prohíbe a los acusados continuar con su esquema de extorsión.
• El 23 de abril de 2018, la Corte Federal de Estados Unidos amplió la sentencia RICO, originalmente emitida  contra  Steven Donziger, para incluir a sus principales co-conspiradores ecuatorianos -Fajardo, Luis Yanza y otros-, quienes pese a ser citados, no se presentaron para defenderse en el juicio por extorsión y fraude que se realizó en Nueva York en 2013. La sentencia ordena a los acusados que se inhiban de buscar el reconocimiento y ejecución de la fraudulenta sentencia ecuatoriana en Estados Unidos, así como de realizar acción alguna para monetizar o beneficiarse de dicha sentencia.

A las derrotas internacionales, se suman las evidencias aparecidas en medios ecuatorianos vinculando de manera cercana a Fajardo con el gobierno del expresidente Rafael Correa. 

El 26 de febrero de 2018, una publicación del portal Focus Ecuador denunció  que Fajardo recibió miles de dólares de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain). Según Focus: “en el marco de la Operación David, el entonces Secretario Nacional de Inteligencia, Pablo Romero Quezada, autorizó varias transferencias cada una por un monto cercano a los USD 50 mil dólares, del fondo de gastos especiales de la Unidad de Contrainteligencia, a favor de Pablo Fajardo Mendoza”. Otros medios ecuatorianos han denunciado que la Senain gastó $4.8 millones en la ‘Operación David (Goliat)’ contra Chevron.

Focus Ecuador también reveló que el 20 de junio de 2016, en horas de la noche, se reunieron los dirigentes de la Unión de Afectados por Texaco (UDAPT) Humberto Piaguaje, Justino Piaguaje, Juan Yiyocuro, Roberto Aguinda, Donald Moncayo y Fajardo, con Alexis Mera, el presidente Rafael Correa…”

Pero esta no fue la única reunión de Fajardo con Mera. En marzo del 2007, Fajardo le pidió a Mera que el Gobierno ecuatoriano interfiriera en el caso contra la empresa. Mera, incluso, le dio ideas de cómo proseguir con el fraude. Sorprendentemente, ellos mismo filmaron la reunión.

Fajardo también mantiene una estrecha relación con la Cancillería.

El 21 de julio de 2017, tuvo una reunión con María Fernanda Espinosa. En un comunicado de la Cancillería, se señala: “Los parlamentarios europeos viajaron para constatar, de primera mano, los efectos de las acciones de Chevron-Texaco, en la amazonia ecuatoriana, como ejemplo paradigmático de crimen ambiental”. En este boletín aparece una foto de Fajardo reunido con Espinosa.

Ilegalidades en el caso

Así es como la Corte Federal de Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York describe el papel de Fajardo en el fraude:

• Prometió al exjuez ecuatoriano Nicolás Zambrano $500.000 para que resolviera el caso a favor de los demandantes y firmara la sentencia que ellos habían preparado. La Corte Federal de Estados Unidos determinó que “[La Sentencia] la redactó el equipo de los DLA [demandantes] y la firmó Zambrano”. La Corte además determinó que “Fajardo, con la aprobación de Donziger, le prometió a Zambrano US$ 500.000 de las ganancias que provengan del resultado de la sentencia”.
• Habría hecho arreglos para que el exjuez Alberto Guerra actuara como el redactor clandestino del exjuez Nicolás Zambrano, por medio de la redacción de opiniones favorables a los demandantes a cambio de aproximadamente $1.000 mensuales.
• Junto a su equipo, sobornaron al perito nombrado por la corte, Richard Cabrera. Redactaron de manera clandestina su informe, que fue usado como base para la sentencia de Lago Agrio. A cambio, Cabrera recibió más de $300.000 que incluían pagos desde una cuenta bancaria secreta.

Fajardo creyó que aliándose con Correa iba a obtener millones de dólares. Hoy, está en la mira de las cortes y la prensa por sus actos ilícitos. Su fraude se derrumbó.