Perspectiva Chevron

El enemigo de Chevron, Steven Donziger, condenado a seis meses en un caso de desacato

Abogado inhabilitado fue condenado por incumplir intencionalmente órdenes judiciales

Wall Street Journal 04/10/2021

NUEVA YORK. El abogado inhabilitado Steven Donziger fue sentenciado el viernes a seis meses de prisión por desacato al tribunal luego de que una jueza federal concluyera que violó intencionalmente órdenes derivadas de una cruzada legal de tres décadas contra Chevron Corp. por la contaminación en la selva ecuatoriana.

La sentencia del viernes sigue a un fallo de julio dictado por la jueza de distrito Loretta Preska en Nueva York que encontró a Donziger culpable de seis cargos de desacato penal al tribunal. La jueza determinó que Donziger había desobedecido las órdenes judiciales mientras buscaba hacer cumplir una sentencia de $9,500 millones que había ganado contra el gigante petrolero en Ecuador y de la cual tenía prohibido beneficiarse.

Antes de dictar la sentencia de seis meses y gastos por $10, la jueza Preska dijo que la conducta de Donziger había demostrado un asombroso desprecio por la ley y la autoridad de los tribunales federales.

«Donziger ha pasado los últimos siete años o más burlándose del sistema judicial estadounidense», dijo la jueza. «Llegó el momento de pagar».

Donziger, quien ya ha pasado dos años en arresto domiciliario, aseguró que apelará. «Hoy no puedo expresar remordimiento por acciones que sostengo son éticas y legales», le dijo a la jueza.

Manifestó que el efecto negativo en su familia y su trabajo en derechos humanos había sido castigo suficiente. Algunos de sus partidarios estuvieron en el juzgado el viernes, muchos de ellos con mascarillas que tenían la leyenda «Liberen a Donziger» y decenas de sus partidarios habían

escrito a la jueza Preska pidiéndole que lo sentencie al tiempo ya cumplido.

Antes de la audiencia del viernes, el abogado graduado en Harvard ya había sido inhabilitado para ejercer la abogacía y había quedado confinado a su apartamento de Manhattan desde agosto de 2019, con un brazalete en el tobillo.

En su sentencia de julio, que se dictó tras un juicio de cinco días, la jueza Preska concluyó que «lo que aquí está en juego es el principio fundamental de que una parte en una acción legal debe acatar las órdenes judiciales o correr el riesgo de sufrir sanciones penales, sin importar cuán fervientemente crea en la rectitud de su causa o cuánto deteste a su adversario».

 

Donziger en 1993 acusó por primera vez a Texaco Inc. de contaminar una franja de la selva tropical previamente prístina, argumentando en una demanda en Nueva York que las actividades de perforación de la compañía arruinaron la calidad de vida de las comunidades indígenas locales. Posteriormente, Chevron adquirió Texaco y asumió su defensa legal.

La compañía presionó, trasladando con éxito la disputa a Ecuador, donde un juicio prolongado terminó con una sentencia de $9,500 millones contra Chevron en 2011. Sin embargo, la victoria fue fugaz. Chevron acusó a Donziger y a sus aliados de manipular el procedimiento incluso antes de que se dictara el fallo final.

Esa disputa devolvió la batalla a Estados Unidos, donde Chevron ganó una demanda civil por crimen organizado que codificaba su teoría de que el juicio ecuatoriano fue producto de una sentencia ideada por alguien ajeno al tribunal y otros actos inapropiados. Ese fallo de 2014 del juez de distrito Lewis Kaplan esencialmente impidió que Donziger intentara hacer cumplir la sentencia ecuatoriana o que se beneficiara del fallo.

Chevron ha negado cualquier culpabilidad por daños duraderos en la selva provocados por el petróleo, diciendo que la compañía había resuelto el problema con Ecuador hace décadas. La compañía no ha pagado la condena de $9,500 millones.

Chevron advirtió reiteradamente al juez Kaplan, a través de sus abogados, cuando creyeron que Donziger estaba incumpliendo su fallo de 2014, incluso cuando contrató a un orientador personal a cambio de una parte de su participación en la sentencia ecuatoriana.

En 2019, el juez Kaplan presentó cargos penales por desacato y remitió el asunto a la jueza Preska para su juicio. En una movida inusual, la fiscal del caso es una abogada privada porque la oficina del fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York se negó a continuar.

La fiscal privada, la abogada neoyorquina Rita Glavin, pidió al juez en una presentación judicial que considerara que «la desobediencia de Donziger fue deliberada y repetida. No ha expresado ningún remordimiento por su conducta. Hasta el día de hoy, no ha presentado los documentos que se le ordenó presentar».

Glavin también recomendó al tribunal «considerar una sentencia para disuadir a quienes intenten socavar el Estado de derecho de esta manera en el futuro».

Un abogado de Donziger, Ronald Kuby, lo vio de otra manera.

«Donziger ha sufrido suficiente castigo», escribió en un memorando previo a la sentencia.

Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí