Forbes 30/01/2017
Fotógrafo: Adam Berry/Bloomberg News
La Corte Superior de Justicia de Ontario ha dado un nuevo espaldarazo al estado de derecho. La corte desestimó ayer un intento para ejecutar una sentencia obtenida fraudulentamente contra Chevron Corporation en Ecuador, contra los activos canadienses de una empresa distinta, Chevron Canada Limited.
Aquellos que no estén familiarizados con esta saga, solo necesitan leer mis columnas anteriores para familiarizarse con los detalles de esta sórdida historia de corrupción judicial. Además, el excelente libro de Paul M. Barrett, Law of the Jungle le proporciona todos los antecedentes que usted necesita. Aquí está la versión condensada:
Chevron Corporation no hace negocios, ni tiene activo alguno en Canadá. Así que el abogado estadounidense demandó a Chevron Canada Limited, una corporación separada por siete niveles de Chevron Corporation. Chevron Canada Limited es una compañía que explora yacimientos de gas y petróleo en Canadá. Nunca ha tenido ningún negocio en Ecuador. No obstante, los demandantes alegaron que Chevron Canada Limited estaba lo suficientemente relacionada con Chevron Corporation para ser responsable por el monto de la sentencia ecuatoriana (más intereses considerables, por supuesto). El abogado también pidió a la corte de Ontario prohibir a Chevron Corporation el uso de la considerable evidencia de fraude, lo que el abogado afirmó que sería insultante para Ecuador y violatorio de su soberanía.
El Juez Hainey de la Corte Superior de Justicia de Ontario, no quiso saber nada al respecto. En un sobrio y muy bien razonado fallo, el juez concluyó que, de conformidad con los principios básicos de responsabilidad respetados en todo el mundo civilizado, las dos empresas eran entidades distintas y que Chevron Canada Limited no fue acusada en el caso ecuatoriano. Chevron Canada Limited tampoco estaba establecida para proteger a Chevron Corporation de sus obligaciones bajo cualquier forma. Y Chevron Canada Limited tampoco era un "títere" de Chevron Corporation. La corte desestimó el caso contra Chevron Canada Limited por estos motivos. También consideró que, en la demanda canadiense contra Chevron Corporation, las pruebas del fraude ecuatoriano eran plenamente admisibles.
Debe ser mortificador para el Sr. Donziger, para el Presidente Correa (quien trató al australiano fundador de Wikileaks Julian Assange como un aliado anti-imperialista en 2012, abriéndole las puertas de la embajada de Ecuador en Londres, protegiéndolo de la extradición a Suecia para responder a acusaciones de que había violado a dos mujeres), para las cándidas estrellas de cine que se aliaron con Donziger y Correa, y para los bienintencionados, pero ingenuos lectores que me condenan cada vez que escribo acerca de este tema, que tantos países neciamente insistan que el estado de derecho importa. Bueno, importa. Los ciudadanos ecuatorianos han sido perjudicados, posiblemente a través de la perfidia de una compañía controlada por su propio gobierno. Eso no autoriza el fraudulento despojo de los accionistas estadounidenses y de los fondos de pensiones.
Aún estoy esperando a que el Colegio de Abogados emprenda acciones disciplinarias, y que las autoridades penales federales den seguimiento a las violaciones de la Ley RICO que fueron señaladas por la Corte de Distrito de Estados Unidos.
Michael Krauss es profesor de Derecho de la Escuela de Derecho Antonin Scalia de la Universidad George Mason, y es un reconocido académico de Derecho de Responsabilidad Extracontractual y de Ética Jurídica. Su página Web está aquí.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí
Fuente Original