Washington Examiner 19/07/2019
Un juez federal ha acabado con el abogado que por más de una década ha tratado de imponer lo que el juez ha llamado un juicio ambiental “fraudulento” contra la compañía de energía Chevron.
¡Bien! El abogado ha dañado no solo el ideal de justicia conforme a la ley, sino que también ha perjudicado a los propios pobladores ecuatorianos en cuyo nombre afirma estar actuando.
Tanto yo como este periódico hemos estado siguiendo este caso y escribiendo sobre él durante más de 11 años. La versión más corta es que, en nombre de los pobladores ecuatorianos y del gobierno de extrema izquierda de ese país, el abogado Stephen Donziger acusó a Texaco (que había sido adquirida por Chevron en 2001) de dejar una seria degradación ambiental. De hecho, todas las pruebas apuntan al conglomerado petrolero estatal de Ecuador, que se hizo cargo de los contratos de arrendamiento de Texaco en la década de 1990. El anterior gobierno ecuatoriano (que no era de izquierda) había dado a Texaco específicamente el visto bueno.
Cortes no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, incluso el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, han fallado a favor de Chevron en este caso, a veces usando palabras como “fraudulento” o términos similares para describir el caso de Donziger y sus métodos. En lugar de repetir toda la evidencia de su perfidia, digamos que es algo abrumador.
Las cortes ya han ordenado a Donziger que le pague a Chevron millones de dólares en multas por “desacato”, y ahora el juez federal de distrito Lewis Kaplan ha dispuesto que se pague a Chevron 3.4 millones de dólares en concepto de honorarios de abogados. Era la cantidad total que Chevron había solicitado.
Para citar directamente de la orden de Kaplan: “...es la intransigencia de Donziger la causa directa de los considerables esfuerzos que Chevron tuvo que realizar para llegar a los hechos pertinentes. La corte declara que los honorarios cobrados, los servicios prestados y el tiempo dedicado a dichos servicios fueron razonables [para afrontar el accionar de Donziger]”.
Mientras todo esto continúa, el propio gobierno de Ecuador ha estado usando las falsas acusaciones de Donziger como fundamento para culpar a los malvados yanquis de los problemas del país, en lugar de reformar su propia cleptocracia de manera que realmente ayude a sus pobladores empobrecidos. Todo el caso es vergonzoso. El juez Kaplan tiene razón al ordenar a Donziger que pague.
Esta es una traducción no oficial realizada por Chevron. El artículo original en inglés puede ser visto aquí
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