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Canadá le dice “no gracias” a la demanda por contaminación contra Chevron

Businessweek - Paul M. Barrett 07/05/2013

Los pobladores de la Amazonía ecuatoriana que buscan un espacio para ejecutar su sentencia por 19.000 millones de dólares en contra de Chevron (CVX) van a tener que tachar de su lista a Canadá. En su sentencia del 1 de mayo, un juez de Ontario determinó que los impulsores de esta colosal demanda de más de veinte años de antigüedad, deberían irse a otra parte.

En febrero de 2011, el abogado neoyorquino de los demandantes fue el artífice del extraordinario veredicto en contra de Chevron en una corte provincial del Ecuador.   Aunque el poder judicial ecuatoriano haya ratificado la sentencia en segunda instancia y el presidente Rafael Correa haya expresado su total apoyo a Donziger y sus clientes, Chevron ha prometido que nunca pagará un solo centavo de esta sentencia. El gigante petrolero radicado en San Ramón, California, aduce que el juicio en Lago Agrio, Ecuador, fue contaminado por sobornos, pruebas falsas y documentos de la corte redactados clandestinamente. 

En vista de que Chevron no tiene activos en el Ecuador, el equipo de Donziger ha presentado otras demandas en Canadá, Argentina y Brasil, en donde busca la ayuda de las cortes de dichos países para incautar y vender los buques, refinerías y oleoductos de Chevron.

El Juez David Brown de la Corte Superior de Ontario dijo “no gracias” en respuesta a la invitación para arbitrar las agrias demandas y contrademandas en el caso.  Brown afirmó que Chevron Corp., la casa matriz y principal acusada en el Ecuador, no es propietaria directa de bienes en Canadá, puesto que controla sus instalaciones a través de subsidiarias.

Más allá del punto de vista técnico del derecho corporativo, Brown dejó muy en claro que no quería ser parte del interminable y sucio escándalo legal que ha caracterizado el caso ecuatoriano.

La contaminación fue supuestamente provocada en la década de los 70 y 80, cuando Texaco operó en la región selvática conocida como el Oriente ecuatoriano. Chevron, afirma que adquirió Texaco en 2001, sostiene que Texaco limpió los sitios petroleros que estaba obligado a remediar según lo establecido en los contratos correspondientes y que toda contaminación remanente es responsabilidad de la compañía estatal petrolera ecuatoriana, Petroecuador.

“Chevron ha afirmado: ‘Pelearemos hasta que el infierno se congele y en ese hielo continuaremos luchando hasta el fin”, puntualizó Brown casi al final de su sentencia de 42 páginas. “Aunque Ontario goza de la presencia de mucho hielo durante el año, este no es el lugar para librar esta pelea. Esto no quiere decir que una corte debería rendirse ante un discurso amenazador de la parte acusada; todo lo contrario, importantes consideraciones de cortesía internacional acompañan a cualquier solicitud de reconocimiento de una sentencia emitida por una corte extranjera. Sin embargo, este caso muy inusual tiene un largo historial, lo que lleva a esta corte a medir las consecuencias prácticas de dedicar sus recursos a tal contienda.  La evidencia ha probado que no existe nada que contender en Ontario… En mi opinión, las partes deberían llevar su pelea a otra jurisdicción en donde un reconocimiento definitivo de la sentencia ecuatoriana tenga un efecto práctico”.

Los demandantes inmediatamente afirmaron que planean apelar esta sentencia.  “No puede ser correcto que una compañía multinacional que realiza todas sus operaciones a través de subsidiarias sea inmune a la ejecución de la sentencia en Canadá, particularmente cuando esta subsidiaria es 100 por ciento propiedad de Chevron y produce algunos de los miles de millones de dólares que Chevron paga en dividendos cada año y aún aquellos que utiliza en la recompra de sus acciones”, declaró Alan Lenczner, abogado principal de los demandantes en Canadá, en un comunicado.

Los Estados Unidos, país sede de la casa matriz de Chevron y en donde obviamente se esperaría que los demandantes intenten ejecutar su sentencia, parecería no estar disponible para tal efecto; esto se debe a que Chevron ha puesto a Donziger a la defensiva en ese país. La compañía ha entablado una demanda por asociación ilícita y extorsión en contra del abogado neoyorquino ante una corte federal de Manhattan. El juez Lewis Kaplan ha programado el inicio de un juicio para finales de este año. 

En una serie de virulentos comentarios preliminares, Kaplan ha dicho que considera muy probable que las acusaciones de Chevron, que afirman que Donziger obtuvo su histórica victoria a través de fraude, sean ciertas.

Donziger ha negado tales irregularidades. El litigio, que desde hace tiempo ha adquirido proporciones de la época victoriana, no muestra signos de aplacarse pronto.

Ésta es una traducción no oficial del artículo original. Para leer el original en inglés haga clic aquí.