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Ecuador en las Noticias

Las revelaciones del general Ernesto González sobre el 30S

14/01/2015 Plan V - Alberto Molina Flores

Tras cuatro años de silencio, el exjefe del Comando Conjunto, general Ernesto González, relata los pormenores del 30S. Su libro tiene el valor de un testimonio de primera mano y en cuanto a los hechos de ese día, desmonta en gran parte las versiones que el gobierno y el propio Correa impusieron a golpe de juicios al país.

Fuente: Ecuavisa Fuente: Ecuavisa

Fuente: Ecuavisa

El libro que nos entrega el general Ernesto Gonzalez, jefe del Comando Conjunto en el Gobierno del presidente Correa. Según el DRAE, testimonio es una “@@declaración@@ de la verdad de un hecho que realiza una persona que ha sido testigo del mismo”, en este caso habría que hablar en plural, es decir, de los “hechos” de los cuales el General ha sido testigo, sobre todo en una etapa compleja y difícil para el país y para las Fuerzas Armadas.

El 30 de septiembre de 2010 ha merecido todo un capitulo (septimo) del libro Testimonio de un Comandante del general Ernesto Gonzalez.

“La Ley de Servicio Público desencadenó los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010,…”. (pag.188)., luego señala: “Posteriormente modificaron su aparente reclamo por la supuesta afectación de sus derechos, para poner en riesgo la institucionalidad del Estado cuando retuvieron al Presidente de la República….”.

“La situación del 30 de septiembre es excepcional, porque una de las instituciones cuya misión es darle protección a la ciudadanía y dependiendo de la gravedad de la situación, deben hacerlo en coordinación con las Fuerzas Armadas, no salió a laborar y mantenía retenido al Presidente de la República”. (pag.189)

El general Ernesto Gonzalez habla de retenido y no de secuestrado, como sostiene el gobierno insistentemente. Retener según el DRAE, significa: “Impedir que una persona se vaya o se aleje de un lugar”, y secuestrado, según Wikipedia: “El secuestro, también conocido como plagio, es el acto por el que se le priva de libertad de forma ilegal a una persona o grupo de personas, normalmente durante un tiempo determinado, con objeto de obtener un rescate u otras exigencias en perjuicio del o los secuestrados”.

Al igual que otros altos funcionarios del gobierno, ese dia, sostuvieron que el Presidente Correa no estaba secuestrado:

17:30. Miguel Carvajal, ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, desde el Palacio de Carondelet, expresó en una entrevista difundida a esa hora por la cadena gubernamental: “el Presidente no está secuestrado, él recibió atención médica en el Hospital de la Policía, está con guardia del servicio de seguridad presidencial y también con la atención de policías, por lo que no está secuestrado y, en el momento en que el Presidente y los médicos decidan que salga, pues saldrá”.

18:03. Freddy Ehlers, ministro de Turismo, también a través del canal público Ecuador TV, dijo: “Acabo de hablar con Gustavo Jalkh (Ministro del Interior) que está junto al Presidente… El presidente Rafael Correa está comandando la Nación desde el lugar en donde se encuentra este momento (Hospital de la Policía), está disponiendo todo lo que se debe hacer y actuar”.

18:09. El presidente Correa declaró en ese momento desde la casa de salud por medio de la cadena gobiernista del 30 de septiembre: “lo escuchaba a Freddy (Ehlers) decir que el Presidente está gobernando la Nación desde el hospital, y tiene razón Freddy. Todo el día he estado en contacto con todos los sectores de la Patria…”.

Una persona secuestrada está imposibilitada de hacer y decir nada, está a merced de los secuestradores, si de verdad estaba secuestrado, mal podía el Presidente estar “gobernando la Nación desde el hospital”, como declaró Freddy Ehlers y corroboró el Presidente.

En relación al supuesto golpe de estado, el general Gonzalez, jamás señala que hubo algún intento de defenestrar al gobierno.

“El 30 de septiembre 2010 a las 9:00 am, como Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas me encontraba en una visita de comando a la III División de Ejército Tarqui en la ciudad de Cuenca. Fui informado de la situación que se vivía, por lo que inmediatamente dispuse que se convoque a una rueda de prensa para las 10 am; ratifiqué que las Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político como consta en la Constitución,…”. (pag.190). Por lo tanto ¿de qué golpe de Estado se puede hablar?, sin el apoyo de las Fuerzas Armadas ningún golpe de Estado es posible; más aún, a las 13:21 el presidente Correa firma el decreto de estado de excepción, desde las instalaciones del Hospital de la Policía.

15:33. A esa hora Ecuador TV difundió declaraciones que el general Ernesto González, jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. dio esa misma mañana, respaldando al poder constituido, además señaló: “…Solicitamos encarecidamente que la mencionada ley (Orgánica de Servicio Público) sea revisada o dejada sin efecto para que el personal de servidores públicos, militares y policías, no se vean afectados en sus derechos…”. (pag.193).

Más de un funcionario del más alto nivel, ese día, declararon públicamente que no hay golpe de Estado:

15:11 Vinicio Alvarado, secretario de la Administración dijo en Ecuador TV, matriz del enlace gubernamental: “(…) Hay que diferenciar algo, aquí no tenemos un estado de conmoción social… simplemente hay una demanda puntual de una institución del Estado, de un grupo que no está de acuerdo con una medida administrativa…Existe el descontento de un grupo que demanda determinadas prerrogativas administrativas (…). Aquí hay un Estado de derecho funcionando”.

17:11 Doris Solís, ministra de la Política, aseguró a la cadena internacional de noticias CNN: “No se trata de un golpe de Estado, es una indisciplina evidentemente grave que ha movilizado al país, pero por un asunto de carácter económico y administrativo de un sector de la tropa”.

Además vale la pena señalar los testimonios de dos extranjeros invitados por la Secretaria Nacional de Inteligencia (SENAIN) al seminario de inteligencia que se estaba realizando en Quito el 30 de septiembre.

Andrés Gómez de la Torre Rotta, a la sazón director de la Escuela de Inteligencia del Perú, a las 21h58 del mismo día, envió un mensaje a los miembros de la Red de Seguridad de América Latina (RESDAL), textualmente: “Estoy en Quito, en un seminario de Inteligencia en Flacso-Ecuador. No se ve como un golpe de estado clásico, más bien como una huelga policial muy similar a la peruana de 1975. Desde luego habrá desmanes y desorden público: falla la gestión y manejo de crisis del gobierno”.

El otro mensaje fue del mexicano Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Igualmente, Benítez hace conocer a los miembros de RESDAL, de la siguiente manera: “Estuve en Quito la semana pasada, y coincido con muchos colegas ecuatorianos con los que conversé ese jueves y el viernes siguiente. No hubo golpe, pero el manejo mediático así lo quiso hacer pasar. Un golpe de Estado es cuando explícitamente hay una conspiración para sacar a alguien. A Zelaya lo fueron a buscar a su dormitorio a la media noche y lo sacaron en pijama contra su voluntad. Eso es un golpe. A Chávez lo sacaron de su oficina y lo metieron preso, eso es un golpe. A Correa nadie lo fue a sacar de ningún lado. Él fue a buscar a los policías a su cuartel, los calentó con su discurso, se enojaron más, se perdió el control de la situación, le hicieron agresiones, fue al Hospital de la Policía por propia voluntad, y nunca perdió el control del Estado. Él fue, no lo buscaron. Es la gran diferencia”.

Sobre el supuesto intento de magnicidio, el General en su libro, ni siquiera lo nombra.

Frente a la pregunta recurrente, de quién ordenó que se lo “rescate” del hospital de la Policía en donde Correa estaba “retenido”, Gonzalez en su libro señala:

“El Presidente hizo contacto telefónico con el ministro de Defensa (Javier Ponce) disponiéndole que se le rescate de inmediato. La conversación fue extensa, pero daba a entender que el Presidente no comprendía la situación que se vivía, y que insistentemente le explicaba el Ministro, por lo que le solicité que me deje hablar con él. En efecto, escuché la voz de intranquilidad del Presidente. Me manifestó que él era el Presidente de la República, que ha permanecido vejado, ultrajado y retenido por más de diez horas; que no podía continuar en esa situación ante lo cual que se lo rescate lo más rápido posible.”…”. (pag.195).

 El General, nos relata otro asunto que se debió denunciar oportunamente:

“Terminada la conversación con el Presidente mi oficial ayudante de órdenes me informa que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quería hablar conmigo por el teléfono convencional. Le manifesté que le comunique, con toda la cortesía, que no era necesario hablar con él, que esta situación es de carácter interno y que las Fuerzas Armadas sabíamos cómo proceder.”.

Eso se llama simplemente una grosera intromisión en asuntos internos de un país, es decir una flagrante violación a nuestra soberanía. ¿Qué hubiera pasado si quien le llamaba era el Presidente de los EE.UU.?

Conclusión: de lo visto, el 30 de septiembre jamás hubo ni secuestro, ni intento de golpe de Estado, peor intento de magnicidio.

Comparto con lo que señala en el prólogo del libro, el doctor Hernán Rodríguez Castelo: “Ha sido un gesto de valentía militar escribirlo y despliegue de hábitos militares escribirlo concienzudamente. Lo uno y lo otro están haciendo falta en el gris y somnoliento vivir nacional en que nos hemos ido sumiendo, en el que el miedo a hablar parece haber acabado en el miedo a pensar”; pero queda aún mucha tela que cortan en relación a las Fuerzas Armadas en el gobierno del presidente Rafael Correa.

Desgaciadamente nada dice en su libro el general Gonzalez, en relación a que el Presidente no asiste a las ceremonias militares siendo la autoridad máxima o como se lo llama Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas; sobre la adquisición de armamento como los aviones Cheetah, los helicópteros Dhruv, los aviones no tripulados; la eliminación de la Honorable Junta de Defensa Nacional (H.J.D.N.). No hay ninguna alusión a la “generosa” entrega de aviones Mirage por parte del extinto presidente de Venezuela Hugo Chávez y que si alguna vez volaron en nuestro pais o son pura chatarra. Sobre los siete Ministros de Defensa que han pasado hasta hoy en esa cartera, no hay ningún comentario, a excepción sobre el ex-ministro Javier Ponce; sobre la destrucción del monumento a los Héroes del Cenepa en cuyo lugar se construyó el edificio de Unasur, bautizado con el nombre de Néstor Kirchner. Sobre el supuesto Plan Revancha que el Presidente Correa señaló que cuyo objetivo era desestabilizar a su régimen, con un movimiento similar al 30-S."Están involucrados los políticos de siempre, oficiales en servicio pasivo, verdaderos traidores a la patria y uno que otro oficial en servicio activo"; el canciller Patiño amplio la denuncia y dijo “que existe un ‘plan combinado’ entre grupos nacionales e internacionales para dar un golpe de estado en el país, en el que estarían involucradas personas que estuvieron en las Fuerzas Armadas y trabajaron con la Central de Inteligencia América (CIA)”. Luego de varios días de la “denuncia” del Presidente, el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. de ese entonces dijo desconocer dicho plan y el ministro de Defensa Javier Ponce declaró que el plan había “abortado”. Denuncia que fue temeraria y que jamás presentó una sola @@prueba@@, ni proporcionó un solo dato, peor mencionar siquiera un nombre. “Denuncia” que dejó a las FF.AA. en mal predicamento y sus miembros en servicio activo bajo sospecha, al igual que todos los militares en servicio pasivo.

Habrá que esperar alguna apostilla con los capitulos que se le olvidaron al General Gonzalez.

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