Interferencia del Gobierno

Hipocresía en cifras

The Amazon Post 13/01/2015

En septiembre de 2013, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció con bombos y platillos una nueva campaña contra Chevron, denominada “La Mano Sucia de Chevron”.

Los funcionarios del gobierno adujeron que la cruzada contra la compañía era necesaria porque Chevron se había embarcado en una millonaria “campaña mundial para desacreditar al Ecuador y a sus instituciones democráticas”. El Canciller Ricardo Patiño no escatimó exageraciones cuando habló en las Naciones Unidas: “Chevron ha emprendido una campaña de desprestigio del Ecuador a gran escala, hay que decirlo a escala planetaria. Gasta centenares de millones de dólares en cabildeo político y en propaganda falaz. Repite a quien la quiere leer y escuchar, que la justicia ecuatoriana es totalmente corrupta y no escatima recursos para promover esta idea”.

Correa prometió que viajarían al Ecuador políticos extranjeros, periodistas internacionales y celebridades para hundir sus manos en una piscina de petróleo y criticar a Chevron.

También utilizó esta supuesta ofensiva global de Chevron para justificar la contratación de MCSquared, una firma de relaciones públicas en Estados Unidos, firmando un contrato sin precedentes por 6.400 millones de dólares.

Pero mientras la República del Ecuador ha acusado a Chevron de embarcarse en una campaña global de relaciones públicas en contra del país, las estadísticas del año pasado cuentan una historia muy diferente.

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador ha emitido 268 boletines de prensa contra Chevron desde que inició la campaña “La Mano Sucia”. Esto equivale a cerca de 17 boletines de prensa por mes durante los últimos 16 meses.

Mientras tanto en el 2014, sus socios en el esquema fraudulento (Steven Donziger, Pablo Fajardo y quienes los apoyan) emitieron 53 boletines de prensa contra Chevron tanto en Ecuador como en Estados Unidos. Esto equivale a más de cuatro por mes.

Además de la ráfaga de boletines de prensa, tanto el gobierno como los abogados de los demandantes realizaron eventos anti-Chevron alrededor del mundo. Sólo el año pasado promovieron más de 383 eventos en 50 países.

Por lo contrario, el año pasado Chevron solo emitió dos boletines de prensa relacionados con el litigio ecuatoriano. El primero informaba sobre las conclusiones de la corte federal de Estados Unidos sobre la demanda de fraude y asociación ilícita para delinquir contra Steven Donziger, y el segundo anunciando el retiro de Patton Boggs de la fraudulenta demanda.

Independientemente de cuántos boletines de prensa hayan enviado, cuántos eventos hayan realizado o cuántos trolls en Twitter hayan contratado,, la campaña “La Mano Sucia de Chevron” no puede cambiar la verdad. No existe evidencia alguna para sustentar las acusaciones contra Chevron en Ecuador; se ha comprobado que el juicio ecuatoriano es fraudulento y que la República del Ecuador es responsable por cualquier obligación ambiental remanente en la Amazonía.

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