Caso Chevron

“Bono de Diva” en la selva ecuatoriana

DIE WELT POLITIK - Tobias Kaufer 09/03/2015

La famosa actriz estadounidense, Mia Farrow, alza su mano con un guante cubierto de petróleo. La foto –tomada en la selva ecuatoriana— se transmite inmediatamente a través de los principales medios de comunicación de Estados Unidos y Latinoamérica.

En medio de uno de los ecosistemas más valiosos del mundo, la estrella de Hollywood se convierte en testigo importante de uno de los daños ambientales más graves de los últimos años.

Una filial del grupo petrolero estadounidense Chevron, ha trazado el camino para la devastación ecológica. Esto es considerado como evidencia infalible, sin embargo, la gravedad de las consecuencias aún es discutida por las partes involucradas. Hasta la fecha, el gobierno ecuatoriano intenta obtener remuneración por daños y prejuicios por miles de millones que Chevron no está dispuesta a pagar.

Por lo antes mencionado, el país sudamericano pone sus esperanzas en el apoyo por parte de personajes estadounidenses importantes. En otras palabras, recurren a la publicidad estadounidense para aumentar la presión moral ejercida sobre el grupo petrolero. Durante su visita del año pasado, Mia Farrow comentó que ella vino para demostrar su apoyo a la población indígena. La aparición, planificada hasta el último detalle, no permitió dejar duda alguna sobre quién está del lado del bien y quién está del lado del mal; por un lado, Mia Farrow, Ecuador y la selva, y por otro lado, la multinacional estadounidense Chevron.

“¿No es fantástica Mia?”, preguntó retóricamente el presidente ecuatoriano Rafael Correa, “icuánta modestia y solidaridad!” Sin embargo, la señora Farrow no demostró haber sido tan modesta al haberse comprobado posteriormente que su compromiso con la selva ecuatoriana y sus nativos, en realidad había sido pagado. La embajadora de Buena Voluntad de la Unicef, de 70 años de edad, recibió aproximadamente $188.000 dólares por su participación heroica. Farrow confirma haber recibido una remuneración, pero no por dicha cantidad.

Stone es demandada por agencia de relaciones públicas
Sharon Stone también se encuentra en la lista de estrellas estadounidenses posiblemente afectadas por apariciones en Ecuador. El gobierno ecuatoriano destinó aproximadamente $300.000 dólares para la visita de Stone, incluyendo un “bono de diva”, con vuelos en primera clase y hoteles de lujo. Según los medios de comunicación estadounidenses y ecuatorianos, este asombroso paquete incluía también un encuentro público con el presidente Correa y con su vicepresidente.

Finalmente, Stone no pudo llevar a cabo su aparición pública por motivos de salud y fue demandada por daños y prejuicios por incumplimiento de contrato. El periódico de oposición, “El Universo”, informó que hasta el momento Stone no ha devuelto el dinero.

Todo el proyecto fue preparado por la agencia de relaciones públicas estadounidense MCSquared, la cual acompaña y cuida a sus artistas prominentes desde los lugares más lujosos hasta la selva ecuatoriana contaminada con petróleo. Pero Sharon Stone y Mia Farrow no fueron las únicas personalidades reclutadas, el @@actor@@ estadounidense Danny Glover también es un invitado bien recibido en el Ecuador. Su agencia debió haberse alegrado con la transferencia de $330.000 dólares. De igual forma, Glover metió su mano en la tierra contaminada con petróleo y se mostró horrorizado durante entrevistas con periodistas seleccionados. A él se le ha encontrado en esta localidad con mayor frecuencia durante los últimos años.

No obstante, el negocio ostentoso de personajes prominentes sólo se podría convertir en un peligroso búmeran para el Ecuador, ya que el pago de los costosos encuentros afecta la credibilidad del demandante en esta infinita disputa legal contra Chevron. Se dice que el país sudamericano ha salido beneficiado en varias ocasiones con remuneraciones por daños y prejuicios de hasta $18 mil millones de dólares pagados por el grupo petrolero.

Chevron responde a todas las alegaciones con un argumento: los métodos utilizados hasta el momento son fraudulentos, porque el veredicto está basado en declaraciones de testigos comprados e informes falsificados.

En total, el gobierno ecuatoriano ha gastado $6.4 millones de dólares en el proyecto de relaciones públicas en contra de Chevron. Una inversión debe servir para obtener los miles de millones de dólares de la demanda en contra del grupo petrolero. De hecho, podría resultar teniendo el efecto contrario. Los abogados representantes de Chevron argumentan que cuando alguien es capaz de gastar millones para encuentros con estrellas de cine, entonces se presta para suponer, que también es capaz de pagar por declaraciones de testigos.
 

Contratos costosos de relaciones públicas perjudican el compromiso de otros

Aún está por definirse cómo serán afectados los verdaderos seguidores de esta causa debido a la preocupación comprada de otros. Ellos se encuentran en búsqueda, a nivel mundial, de la legitimidad de las demandas legales ecuatorianas. Asimismo, la imagen de integridad del presidente ecuatoriano más joven del país sudamericano, se encuentra afectada ante la perspectiva internacional. Él quiere explotar petróleo del valioso parque ecológico Yasuní por su propia cuenta. Activistas ambientales que informan sobre este tema están siendo perseguidos legalmente e intimidados, dentro y fuera del parque Yasuní. El gobierno ecuatoriano niega esto.

Danny Glover, Mia Farrow y Sharon Stone también perjudican, con sus contratos costosos de relaciones públicas, el compromiso social y ecológico de otras estrellas de Hollywood como Sean Penn, quien participa en la reconstrucción de Haití después del terremoto que dejó indigente al país, o Angelina Jolie, quien lucha por los derechos de los refugiados.

La estrella colombiana Shakira, ha encontrado su propio camino; los publicistas tienen que pagar sus honorarios a su fundación, la cual se preocupa por la formación académica de miles de niños colombianos en los barrios pobres de su país natal. La misión de Penn, Jolie o Shakira tiene una intención diferente: amor por el prójimo y humanidad, en lugar de grandes salarios. La moral no se puede comprar, por lo menos, no la de todos.

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